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Un fotograma de 'Dear Werner'.

'Dear Werner', un sentido homenaje a Herzog

En cartelera ·

Pablo Maqueda coloca la cámara a la altura de sus ojos para ofrecer una mirada subjetiva que invita al público a ser partícipe de un viaje emotivo

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Jueves, 26 de noviembre 2020

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En 'Dear Werner (Walking on Cinema)' su máximo artífice, Pablo Maqueda, autor de la visionaria 'Manic Pixie Dream Girl', una reivindicable muestra de efervescente cine subterráneo, coloca la cámara a la altura de sus ojos para ofrecer una mirada subjetiva que invita al público a ser partícipe de un viaje emotivo, un periplo impredecible que el propio joven cineasta madrileño realiza físicamente, con entusiasmo y convicción. Como resultado de su ensayo vital ofrece un ejercicio lírico de inmersión al espectador, inspirado por el libro 'Del caminar sobre hielo' de Werner Herzog, cineasta de cabecera al que rinde un cumplido homenaje que deviene un canto de amor desbocado al propio hecho cinematográfico y, a la postre, a la voz de un creador de imágenes en movimiento que ha enriquecido el medio y ha prestado sus cuerdas vocales como narrador secundario al servicio de un poema visual cuya razón de ser principal es reflexionar sobre el séptimo arte y nuestra existencia. Presentada en el Festival de Sevilla y en el reciente Zinebi de Bilbao, estamos ante una película documental que graba, dirige, monta, guioniza y relata con voz en off su director. Eludiendo ser el centro de atención. Maqueda ha vivido su filme en primera persona, como un ejercicio experimental y experiencial donde elucubra sobre la obra de Herzog y lo que le rodea.

Maqueda, mente inquieta de trayectoria imparable, se pone en la piel del artista alemán al que rinde pleitesía realizando a finales del pasado año el mismo viaje que el director de 'Fitzcarraldo' y 'Grizzly Man' hizo, en pleno invierno, hace 45 años. A mediados de la década de los setenta caminó de Múnich a París en un acto de fe para evitar la muerte de su mentora y amiga, la crítica de cine Lotte Eisner. Entonces tenía parecida edad a su admirador, quien sigue sus pasos tiempo después, inmortalizando con su cámara todo lo que ve y siente, desvelando un ritual hipnótico. La música de José Venditti, el otro nombre en los exiguos créditos, subraya la visión sensorial que capta Maqueda, contra el viento, la lluvia y la nieve. Paisajes apabullantes remarcan la soledad de un director que siente en primera persona cada palabra de Herzog, quien lee algunos pasajes de su libro con su característica voz. Otros fragmentos de texto aparecen impresos en la pantalla en momentos determinados. Pensamientos filmados, a corazón abierto, en una producción de pura cepa independiente, modesta, sincera y sentida, donde el cine se funde con la vida.

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