Will Smith y las consecuencias del amor
VOLTAJE ·
A las mujeres se les otorga la supuesta incapacidad de defenderse por sí solasQue le quiten el Oscar podría considerarse una posibilidad remota de amonestación. Para los que lo vimos en directo, el puñetazo de Will Smith parecía ... que estaba preparado, sobre todo por la prodigiosa manera de encajar el golpe que tuvo Chris Rock. Pocos segundos después, los gritos del actor desde su butaca y el desconcierto generalizado de los asistentes confirmaron el ataque de ira. No es un encontronazo en un bar de carretera, sino un ejemplo de violencia en uno de los espectáculos televisivos más seguidos del mundo.
La secuencia es lamentable y tiene además un componente machista, como también lo tuvo que el mismo presentador se refiriera a Penélope Cruz como «la mujer de Javier Bardem». Las mujeres quedan humilladas, situadas en segundo plano o con la supuesta incapacidad de defenderse por sí solas. Consideremos que el humor no tiene límites: siempre me ha parecido una buena idea reírse de nuestras desgracias. El problema viene cuando son los demás los que se ríen de las tuyas, o de las de alguien a quien quieres. De hecho, justo antes del puñetazo se puede ver a Smith riéndose de la gracia sobre la alopecia de Jada Pickett Smith, su mujer, y de la que se ha dicho que pudo haber tenido alguna aventura con el propio Chris Rock en el pasado. Quizá el actor vio mancillada su intocable hombría. Algo tuvo que ocurrir en aquellos segundos en los que se le metió el demonio en el cuerpo, un pico de ácido en el cerebro, ese momento de impulso que suele preceder a la toma de una decisión incorrecta.
En su discurso de agradecimiento pidió disculpas, pero también alegó que lo había hecho en defensa propia. Justificó la violencia como una consecuencia del amor. Pese a que ya era consciente de que todo el mundo hablaría de él, en la fiesta de después de la ceremonia se le veía contento. También acababa de ganar un Oscar. Algunos le han aplaudido el puñetazo; desde su hijo a Tiffany Haddish, actriz que ha declarado que el puñetazo fue la cosa más bonita que había visto en su vida. Aquí, en Málaga, la edición embarrada del festival de cine sí que terminó con una cosa muy bonita gracias a la buena costumbre adquirida hace unos años de clausurar con un concierto. En este caso, Los Planetas ofrecieron un concierto en formato esencial en el Teatro Cervantes, con la incorporación de un piano prodigioso de David Montañés haciendo las veces de bajo y batería, cubriéndose de gloria. Es mucho mejor terminar así que hacerlo a golpes.
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