La rotonda

Volver a la élite futbolística

Sábado, 25 de octubre 2025, 02:00

El regreso del Málaga Club de Fútbol a Primera División no es únicamente un anhelo sentimental de la afición. Es, sobre todo, una cuestión económica ... de primer orden para la ciudad y la provincia, así como de autoestima. El fútbol de élite actúa como un catalizador económico de alcance inmediato: turismo, proyección internacional, empleo y atracción de inversiones.

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Los datos lo avalan. Un club en Primera percibe en derechos televisivos una media de entre 40 y 50 millones de euros por temporada. En Segunda, esa cifra rara vez supera los 8 millones. La diferencia se traduce en capacidad de inversión, fichajes de mayor nivel y, lo más importante, estabilidad financiera. Ese dinero no se queda en el club: se expande hacia proveedores, contrataciones de servicios y patrocinadores, creando un efecto multiplicador en la economía local. El impacto turístico tampoco es menor. Ciudades como San Sebastián o Bilbao han cuantificado en informes recientes que cada partido en casa genera entre 1 y 2 millones de euros en ingresos directos para la hostelería, la restauración y el comercio. En Málaga, capital turística de primer nivel, la cifra podría ser incluso superior gracias a la fortaleza de la Costa del Sol como destino. Un calendario de 19 partidos en La Rosaleda supondría, en el mejor escenario, entre 20 y 30 millones de euros adicionales por temporada para la economía local.

A ello se suma la proyección de marca. Las retransmisiones internacionales convierten cada encuentro en un escaparate mundial. Aparecer en los principales resúmenes de ligas extranjeras supone un retorno publicitario imposible de pagar en términos convencionales. La Costa del Sol ya es reconocida en el turismo vacacional; estar en Primera consolidaría también su perfil como destino deportivo acorde a la categoría de la zona.

Pero todo este potencial choca con una realidad incómoda: la prolongación de una administración judicial que mantiene al club en un estado de parálisis total y absoluto. Málaga no puede permitirse seguir viendo cómo se diluyen oportunidades temporada tras temporada. El tiempo perdido es dinero perdido.

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La conclusión es inequívoca: el regreso del Málaga CF a Primera es un objetivo económico estratégico y obligatorio que no admite la mediocridad actual. La ciudad no debe seguir aplazando un impulso que podría situarla en el lugar que merece dentro y fuera del campo. Es urgente que la autoridad judicial entienda que la situación agónica que vive el club no puede prolongarse más tiempo. A ver.

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