Verde esperanza
Venía el avión lleno. Bueno, en realidad vienen todos los aviones llenos a Roma, donde las cofradías andaluzas, de la mano del Cachorro sevillano y ... de la Esperanza malagueña van a vivir tres jornadas para la historia, pero especialmente hoy sábado, día 17, cuando un paso y un trono, de la mano, se paseen por las calles de la capital del catolicismo mundial. Son miles los malagueños y los sevillanos que pasean por los aledaños de un Vaticano que va a vivir un 'domingo especial', con la misa de la entronización del Papa. Roma está que no cabe un alfiler, a punto de quedarse sin masa para pizzas de la cantidad de gente que hay, la misma que ha colgado el cartel de 'no hay plazas' en los hoteles de la capital italiana, que han puesto los precios por las nubes... Y aquí todo está mucho más cerca del cielo que en ningún otro punto del planeta, por eso no hay que extrañarse de nada.
Cuando el Papa Francisco recibió en febrero en audiencia privada a la delegación malagueña que ha hecho posible el 'milagro de ver a la Esperanza en el Vaticano', nada hacía presagiar todo lo acontecido en unas semanas: el fallecimiento del primer Papa sudamericano de la historia, y la llegada a la Casa de San Pedro del primer agustino en la historia, León XIV. Todo ello, además, con la llegada de los peregrinos del Jubileo de la Esperanza, el mismo que abrió Francisco y cerrará León y que nos manda el mayor mensaje que se puede hacer en los convulsos tiempos que vivimos hoy en día.
Roma es todo verde esperanza. Por la Virgen malagueña, sin duda, la Reina del Perchel, la Divina Prisionera del Romero, que ya es sin dudarlo nadie 'la Reina de Roma', pero también por la ilusión de que este nuevo Pontífice reanime la esperanza de paz entre las naciones. Estamos en unos momentos de desasosiego, de prisas y de locuras (individuales y colectivas), de falsos profetas de la mano de las redes sociales, y de populistas engañabobos que se aprovechan de lo manipulable que es el ser humano hoy. Por eso, miramos con la esperanza, color verde romero a León XIV, buscando que transmita al mundo uno de sus mensajes más relevantes: «No salgas fuera, vuelve a ti mismo: en el hombre interior habita la verdad». O sea, que la verdad se busca dentro, no sólo fuera. Ello conlleva muchas cosas: conocimiento, sosiego y descubrir quiénes somos realmente y conectar con lo verdadero. Lo dijo San Agustín. Ojalá. Al encuentro de la Esperanza va esta Rotonda ahora mismo, querido lector...
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