La venganza de la Tierra

La 'ceguera ambiental' nos impide ver nuestra responsabilidad en muchos de los fenómenos ambientales que en la actualidad producen efectos muy negativos en los hábitats, las plantas, los animales y fundamentalmente en las personas. Ninguna administración ha sido capaz de poner freno a la magnitud de los daños causados por esta ceguera. Incendios, inundaciones, sequías, contaminaciones, erosiones, pérdida de biodiversidad, pérdidas de vidas, etc. Para la mayoría de nosotros el medio ambiente es importante solo cuando nos causa problemas, cuando estos desaparecen nos olvidamos de él, hasta la próxima catástrofe. La ceguera ambiental es un defecto, fundamentalmente de sociedades industriales y urbanas, que nos impide ver la degradación medioambiental que estamos padeciendo, producida en gran medida por un cambio climático del que somos, en parte, responsables.

Europa intenta superar estos efectos negativos del cambio climático mediante unas propuestas de adaptación (mitigación) incluidas en el denominado Pacto Verde Europeo, basadas en una economía moderna con una reducción drástica en los gases de efecto invernadero, un uso razonable de los recursos, protección de toda nuestra biodiversidad, reducción de la contaminación del aire, agua y suelo, gestión adecuada de los residuos y en una renaturalización de los ecosistemas naturales degradados (rewilding). Para la protección de la biodiversidad se proponen, en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), unos objetivos básicos: ampliar la red de espacios protegidos, tanto en aéreas terrestres como marinas, y una restauración de la naturaleza europea a nivel forestal, de suelos y de ríos, devolviendo a estos últimos su perdido espacio natural. Por desgracia, en Europa, algunas organizaciones políticas utilizan maniobras tácticas (tacticismo) contra el Pacto Verde Europeo solo con el fin de desgastar al adversario, sin tener en cuenta el interés general de todos nosotros.

La 'ceguera vegetal' es un fenómeno social por el cual nos olvidamos del papel fundamental que las plantas tienen en nuestras vidas, y se define como la incapacidad para ver o percibir la diversidad e importancia de las plantas en nuestro propio entorno. La mayoría de las personas son incapaces de reconocer un mínimo de especies vegetales y después de pasear por el campo solo recuerdan a los animales que han visto, y para ellos, la diversidad vegetal que les rodea, solo es un conjunto de malas hierbas, matojos y matorrales. Tenemos una cultura fundamentalmente zoológica. Conocemos bien la vida y los nombres de multitud de animales, pero desconocemos los procesos biológicos de las plantas y los nombres vulgares y científicos de las más corrientes. Todos conocemos la mayoría de los animales en peligro de extinción, pero desconocemos las plantas que están en la misma situación. Me alegro por la ayuda institucional a los parques nacionales que como Doñana son importantes por su riqueza zoológica, pero qué pasa con la desidia con otros, como Sierra de las Nieves (Málaga), que lo son por su riqueza vegetal.

Las plantas son el nexo de unión del sol, el agua, el suelo y la atmósfera, producen elementos tan vitales como el oxígeno y productos orgánicos para nuestra alimentación y cura de enfermedades y son mitigadoras del gas de efecto invernadero más importante (dióxido de carbono). Recordaré siempre que, siendo estudiante de biología, los que nos decantamos por los estudios botánicos éramos denominados, por nuestros compañeros zoólogos y moleculares, como los raritos de la licenciatura. Pero gracias a ellos conocemos adecuadamente la situación actual de la diversidad y conservación de la flora y vegetación de Andalucía.

Hace años leí un interesante libro sobre la globalidad y el futuro de la Tierra y la humanidad ('La venganza de la Tierra'. J. Lovelock. Ed. Planeta.2007). En él se trata a la Tierra como una entidad viva que está siendo maltratada y que se resiste a serlo. El impacto de nuestra especie sobre la Tierra ha determinado la existencia de una nueva y última época geológica (Antropoceno). Las respuestas de la Tierra a estas agresiones son cada vez más peligrosas para nuestra especie: cambio climático, catástrofes naturales, epidemias, contaminaciones, pérdida de biodiversidad, etc. Si no ponemos remedio, la venganza de la Tierra nos acompañará durante muchos años.