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Cómo sería un mundo sin turismo? ¿Quién tiraría de la economía? ¿A quién se le culparía de los males ajenos? Está claro que si esta industria no existiera habría que inventarla aunque sólo fuera para responsabilizarla de todos los problemas habidos y por haber. Esa ... es la sensación que se tiene en una semana en la que el mismo Gobierno, por un lado, se vanagloria de los registros históricos de esta industriajdiariosuDjjj y, por otro, azota al turismo residencial y a las viviendas turísticas con medidas como la de gravar con el 100% del importe de la casa las compras que realicen los extranjeros no comunitarios y la de establecer un IVA para el alquiler vacacional. Sin paños calientes pasa de importarle poco el impacto que estos anuncios tienen en destinos como la Costa del Sol a colgarse la medalla del triunfo de un sector en el que los destinos españoles son imbatibles. Con orgullo, el ministro Jordi Hereu hace gala de los 94 millones de turistas extranjeros que eligieron este país para unos días de vacaciones en 2024, un 10% más que un año antes. Y con satisfacción detalla los 122.000 millones de euros que han desembolsado estos viajeros en sus estancias, un 16% más que el ejercicio anterior. Para terminar sacando pecho de que las previsiones para el primer cuatrimestre de 2025 son también récord y de cara al global del año apunta alcanzar los 100 millones de turistas extranjeros en este año. Unas cifras a las que hay que añadir que esta industria se consolida por segundo año consecutivo como el principal motor de la economía al generar 207.763 millones de euros de actividad, lo que eleva la contribución del turismo al 13,1% la total en el país, el máximo de la serie histórica, según las cifras aportadas por Exceltur, que además tiran por tierra otra parte importante del relato de quienes quieren hacer turismo pero que sus ciudades estén libres de turistas: el 96,7% de los nuevos contratos firmados son indefinidos, frente al 87% del resto de sectores. Está claro que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.
Unos datos que dejan claro que jugar con el turismo es jugar con el pan de la gente, y menos con propuestas sin sentido que más allá de encontrar un culpable no resuelven el problema, en este caso, de la falta de vivienda. Para ello hay que ponerse a trabajar ya lo que no se ha hecho en años y de eso el turismo tampoco tiene la culpa.
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