Tarde para un Belén viviente
VOLTAJE ·
A veces lo mejor que se puede hacer con lo que te aterra es ponértelo de frenteEnero empina su cuesta y llegan tiempos en los que algunos propósitos para el año nuevo se disuelven por el azote de la realidad. Las ... mejores intenciones, como los grandes viajes y los proyectos que nos harán ricos, deben esperar a una fase endémica, cuando no todo el mundo que te rodea esté contagiado o a superar las oleadas de resfriados 'no Covid' que duran un mes. Casi todos mis propósitos pasan por la supervivencia. Uno de ellos es beber más agua, que siempre nos olvidamos del agua. Es mejor no proponerse estridencias. Salud para seguir estando. Dinero para no preocuparnos por él. Amor para que la vida sea más dulce. Todo sin volvernos locos.
En Andalucía se augura un tiempo mejor. Los políticos se dejan llevar por el optimismo. Se dice que este año nosotros, los malagueños y nuestros distinguidos visitantes, podremos ir a la Feria en metro. Para mí sería una absoluta novedad, porque el metro de Málaga no lo he cogido nunca. En pocos meses se licitará la primera piedra del tercer hospital, que se estaba haciendo de rogar, y desde la Junta se pronostica además el momento en el que bajarán los contagios. Será a finales de enero, según el oráculo autonómico.
La pandemia se cobra una nueva víctima. La compañía diocesana (la oficial) que organiza el Belén viviente se ha visto abocada a suspender el benéfico acontecimiento que ya había sido aplazado hasta mediados de enero, cuando ya era tarde para levantar un Belén viviente que resultara verosímil. Leo entre alucinaciones que el anterior se tuvo que celebrar «de manera virtual», entro a YouTube a ver belenes vivientes en dicho formato y algunos son una fantasía. Los hay que recuerdan a una versión quieta y sin sofisticar de El Paso de Riogordo que, por cierto, es un espectáculo verdaderamente fabuloso, sin ironías. Los belenes vivientes siempre se han caracterizado en mi imaginario por resultar inquietantes hasta la fascinación, y a veces lo mejor que se puede hacer con lo que te aterra es ponértelo de frente.
La ilusión se reforma mediante un tique regalo, la pereza gobierna la idea de mezclarse en la aglomeración típica de las rebajas. El cansancio forma parte del viaje, como que la tristeza y la alegría lleguen de repente, o que la belleza siga siendo inesperada como lo está siendo ahora mismo, desde un banco perdido de la Senda Litoral. Qué gran invento, enredarse en la sola idea de llegar caminando a Sabinillas, que es donde estaba el campamento de verano que no se sabía si era un premio o un castigo. Un regalo para los padres, eso seguro. Empecemos el año con buenos pensamientos. Propónganse sobrevivir.
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