¿Qué pasa en la OFM?
Diez meses después de estrenar gerente, la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) ya sabe que volverá a quedarse sin responsable administrativo en poco tiempo. Esteban ... Morales ha decidido marcharse y ha buscado dos posibles salidas: o llevar las riendas de la Orquesta Ciudad de Granada, que ya ha aprobado su nombramiento; o ser jefe de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación de Badajoz, el famoso puesto que ostentaba el hermano de Pedro Sánchez para el que era candidato hasta este jueves (cuando eligieron a otro de los aspirantes). Sea como fuere, a punto de cumplirse un año de su designación en Málaga, y con al menos otro año por delante de contrato, Esteban Morales se irá con la música a otra parte.
Dice el discurso oficial que todo está bien, que en la OFM no pasa absolutamente nada, que esto forma parte de la libertad de cualquier profesional de buscar otro trabajo y que todo responde a motivos familiares (él es granadino y su familia está en Badajoz, donde fue músico y gestor durante años). Dice el discurso no oficial que no todo está bien, que en la OFM sí pasan muchas cosas y que esto forma parte de la libertad de cualquier profesional de irse de un lugar en el que no está a gusto.
Siendo consciente de que la familia y la tierra tiran, y mucho, no deja de llamar la atención el hecho de que apenas seis meses después de poner un pie en la orquesta ya se postulara para otros dos cargos con un sueldo muy inferior y, aparentemente, menos apetitosos que dirigir la orquesta de la sexta ciudad de España. En Málaga percibe 90.000 euros brutos anuales, en Granada y en Badajoz (según las informaciones que se han publicado sobre lo que cobraba el hermano de Sánchez) serían unos 30.000 euros menos. Pero está claro que el dinero no lo es todo.
No hay que olvidar que Esteban Morales llegó a una Filarmónica en crisis tras un periodo de más de 25 años bajo un mismo gerente, con una guerra abierta entre este y los músicos, y con denuncias de la Inspección de Trabajo por irregularidades en las contrataciones temporales. Le tocaba la difícil tarea de volver a recuperar la ilusión entre los músicos y aportar aire fresco a la institución. Lo ha intentado, pero parece que la propia estructura creada en la orquesta durante dos décadas no hace fácil ni ágil los cambios. Si a eso se une la falta de conexión de una parte de los profesores con el director titular, José María Moreno (al que un 80% en votación interna pide no renovar), se entiende que cuando sale una oferta en territorio amigo ni lo dude. Una señal de que en la OFM sí pasa algo.
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