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Ángel Rodríguez
Domingo, 11 de mayo 2025, 02:00
La encíclica Rerum Novarum (en latín, 'de las cosas nuevas') recogió a finales del siglo XIX las primeras ideas de lo que, con el tiempo, ... llegó a denominarse la doctrina social de la Iglesia. Aunque se le conoce así por sus palabras iniciales, su título oficial era 'Sobre la condición de los obreros'. Fue la primera ocasión en la que la Iglesia Católica se posicionó ante el ansia de cambio revolucionario (las 'cosas nuevas') que se había extendido entre la clase obrera a causa de las hirientes desigualdades que había traído consigo el capitalismo. Para sus detractores, propició la aparición de organizaciones que, por antirrevolucionarias, eran contrarias a los auténticos intereses del proletariado, como los partidos políticos democristianos o sindicatos tan amarillos como la bandera vaticana. Para sus defensores, situó al humanismo cristiano y su idea social de la dignidad de la persona como el segundo gran pilar, junto con la socialdemocracia, de las políticas sociales contemporáneas. Esa encíclica fue el gran legado de Papa León XIII.
Aunque el término 'sumo pontífice' con el que se conoce también al Papa parece apuntar a su condición de hacedor de puentes entre Dios y la humanidad, esos puentes pueden también referirse a los que son necesarios erigir para que lleguen a entenderse las personas entre sí y los grupos sociales, políticos o nacionales que defienden intereses contrapuestos. Esa parece ser la voluntad del nuevo Papa, que en su discurso inicial pidió ayuda a todos los fieles para construir puentes para el diálogo y para la construcción de la paz. Que haya elegido el de León XIV como nombre para su pontificado es un claro mensaje de la importancia que pretende darle al diálogo social.
'Bridge Over Troubled Water' (en inglés, 'puente sobre aguas turbulentas'), fue la canción que dio nombre al último álbum de estudio de Paul Simon y Art Grafunkel, publicado en 1970 y uno de sus grandes éxitos internacionales. La canción es mundialmente conocida como un himno a la solidaridad, a la ayuda que debemos prestarnos mutuamente cuando alguien se encuentra en un momento de adversidad. Pero las turbulencias en el seno de la Iglesia Católica a las que deberá hacer frente el nuevo Papa no son fruto de las adversidades de la vida, sino de las divisiones que existen en su seno entre los partidarios de la tradición y los que pretenden modernizar sus mensajes. Esas son las aguas en las que tendrá que navegar León XIV, que tendrá que encontrar el modo de adaptar las viejas ideas de la Iglesia a la realidad de una sociedad que debe afrontar problemas nuevos. Puede que la fe deba cimentarse en las verdades inmutables del cielo, pero lo cierto es que aquí en la Tierra las cosas nunca dejan de cambiar.
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