Secciones
Servicios
Destacamos
VIOLETA NIEBLA
Lunes, 30 de diciembre 2024, 01:00
Venía pensando en el coche en todas las cosas que puedo contabilizar de mi 2024: número de pasos diarios, número de kilómetros que he hecho en coche, euros que me quedan en el banco, número de euros que he pagado a Hacienda, número de facturas ... emitidas, número de pueblos y ciudades en las que he dormido, número de libros que he leído, número de fotos que he hecho, número de horas que he escuchado música, número de películas que he visto (más bien principios de películas, porque en casi todas me he quedado dormida) o número de palabras que he escrito este año. Son muchas. Me da satisfacción. Mi diógenes de datos no tiene límites; podría seguir así, con esta enumeración, hasta llegar a las quinientas palabras de esta columna.
Siempre me sorprende que, a pesar de lo mal que se me daban las matemáticas de pequeña, se hayan convertido en uno de mis hobbies favoritos de la vida adulta. Me gusta contar historias, pero también me encanta hacer cálculos y estadísticas, llevar las cuentas. Es curioso el placer extraño de mezclar cifras y letras. Abro páginas de Word y de Excel con la misma frecuencia y la misma ilusión. Les dedico el mismo cariño y esfuerzo a cada documento.
Me paseo por mi Google Calendar mes a mes y es increíble la cantidad de cosas que apunto. Lo apunto todo: desde una reunión de trabajo hasta un Bizum que tengo que mandar, apunto las noches que duermen mis amigas en casa, anoto cuándo tengo que darme de baja en una suscripción, las citas con mi peluquero, las citas con el peluquero de Rómulo, las revisiones veterinarias, los deadlines para enviar un texto... Todo. Es lo más parecido a un diario personal que tengo. Eso, estas columnas y las notas del móvil componen la crónica de mi año.
Tengo algunas tareas en la lista de tasks de este calendario que anoté a principios de año y que me han acompañado a lo largo de los meses porque no he realizado. Se han quedado pendientes, lo que pensé que era importante a comienzos de 2024 se ha ido pronosticando hasta el día de hoy: propósitos fallidos que pasarán a formar parte de los propósitos de 2025.
Solo encuentro algunos vacíos emocionales. No apunto las veces que me he sentido mal, regular, bien o muy bien. Esos huecos los tengo que completar con mi memoria. Son indicadores de que debería empezar a escribir un diario íntimo para acordarme. Los números los comparto; mándame un DM si quieres saberlos. Pero el diario, no. Ese diario solo me atrevería a compartirlo cuando haya perdido la cabeza o la vida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.