Borrar

PENTACAMPEÓN

ENRIQUE GLÜCKMANN

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hamilton ya es parte de la leyenda, y muy justamente, tras proclamarse campeón del mundo de Formula 1 por quinta vez igualando el record del mítico Juan Manuel Fangio. Pero no fue un gran premio fácil para el inglés, porque sólo pudo ser cuarto tras un desastroso fin de semana en el que el equipo Mercedes no supo dar con los reglajes para conservar sus neumáticos, que una vez más fueron su principal quebradero de cabeza. Ha ganado el título de pilotos, con un Hamilton fantástico, pero el de constructores se le resiste y deberá aplicarse con el uso de los Pirelli o la temporada puede tener finalmente un sabor agridulce.

En los entrenamientos Ricciardo se hacía contra todo pronóstico con la 'pole position' por ¡26 milésimas de segundo! después de un dominio abrumador de su compañero, Max Verstappen, pero nada más darse la salida ya se veía que el australiano no tenía nada que hacer ante su compañero, con mucho más ritmo de carrera que él. El holandés, magistral, se puso en cabeza al apagarse el semáforo de salida y ya nadie lo inquietó. Incluso se permitió el lujo de bajar los ajustes de su motor para asegurar su fiabilidad, aunque no diera la máxima potencia, pero que le permitieran dominar a placer todo el gran premio. El motor Renault de su Red Bull se adaptó mejor en esta ocasión a la altura de la ciudad de México que el resto de motores híbridos, permitiéndole luchar de tú a tú con Mercedes y Ferrari durante todo el fin de semana, solamente con el borrón de la avería de Ricciardo cuando ya había dado cuenta de Hamilton y se disponía a un nuevo doblete del equipo austriaco. Fue una pena, pues el australiano mereció mejor suerte y ya lleva siete abandonos por avería de motor esta temporada.

Sin embargo los grandes perdedores en esta ocasión fueron los Ferrari. Los italianos plantearon un gran premio muy inteligente con una buena estrategia y una gran actuación de sus pilotos, que les permitió que ambos llegaran al podio, sobre todo un Vetel impecable en carrera. En ella su equipo y él mismo eligieron la estrategia perfecta de neumáticos, lo que a la postre condicionó todo el resultado del gran premio, pero con el único hándicap de que delante tenían a un Max Verstappen inspiradísimo que no dio opción a nadie, ayudado por un buen tratamiento de su coche a los neumáticos.

Y ya que hablamos de neumáticos, una reflexión. Por primera vez Pirelli llevó a una carrera este año unas gomas que establecían grandes diferencias en su comportamiento dependiendo de los distintos compuestos, que es precisamente lo que hace que haya incertidumbre y que fue lo que la FIA le pidió cuando le nombró suministrador del campeonato. Pero, claro, está el tema del márketing, que es muy importante. Y si el fabricante italiano al día siguiente se tiene que enfrentar en todos los medios de comunicación a las críticas de equipos y pilotos por el deterioro prematuro de algunos compuestos hiperblandos, volverá a una actitud mucho más conservadora para salvaguardar el nombre de su marca, en deterioro del espectáculo.

Hasta Brasil.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios