Borrar

Y no pasa nada...

La rotonda ·

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Es difícil hablar en público. Lo mismo que es complicado saber explicar bien lo que uno quiere decir. Al igual que es difícil no hacer el ridículo cuando te expones a la opinión pública con frecuencia. La mesura y el arte de la ponderación, de pensar lo que se dice antes de hacerlo, no es un don que tenga todo el mundo, aunque también es verdad que mucha gente juega con fuego y se quema. Suele suceder con quienes opinan de todo y lo hacen sin preparase a conciencia, sin darle importancia a lo que sale por su boquita porque se creen que todo lo que dicen es importante. La ex ministra Tejerina quiso meterle un dedo en el ojo al PSOE por su política educativa en Andalucía, y lo que ha hecho es pegarle un tiro en el pie a sus compañeros de partido andaluces, que inician una precampaña electoral dura en la que se juegan mucho, no sólo el partido, sino también las personas. García Tejerina le pegó un bofetón a los niños andaluces en vez de dárselo al sistema socialista de enseñanza andaluz, que afirma es lo que pretendía. Pero lo que hizo fue lo que todos sabemos, meter la pata hasta el corvejón, cosa que suele ser habitual en los que hablan mucho y de todo. Hay que cuidar el mensaje, es lo primero que se escucha en una facultad de Periodismo, pero eso se ha difuminado con las redes sociales y con las tertulias radiofónicas y televisivas, donde nunca había visto a tanto sabio opinar y hablar absolutamente de todo. En una de esas tertulias comienzan a opinar sobre Pablo Iglesias, sobre Pedro Sánchez, sobre Torra y Puigdemont, sobre Casado y Rivera, y acaban hablando de la crisis económica que se barrunta, de las elecciones en Baviera, del Gobierno de coalición de Merkel, de los Presupuestos Generales, de la sentencia del TS sobre las hipotecas, de Trump y su política económica proteccionista, de Oriente Medio, del conflicto palestino-israelí, del cambio climático, de la crisis del Real Madrid y de los goles que consigue el Málaga gracias a los saques de banda de Luis Hernández y si hace falta de la torre inconclusa de la Catedral de Málaga... O sea, son doctores en Política, Economía, Filosofía, Geografía, Arquitectura y Educación Física. Vamos, la enciclopedia esa que nos vendían a plazos antes está toda ella en sus cabecitas, y además de opinar de todo lo hacen sin recato. Estoy deseando encontrarme con un tertuliano que sea capaz de decir «de esto no puedo opinar porque no entiendo». Eso sería un milagro, pero claro, ¿quién se resiste a su minuto de gloria? Lo que le pasó a García Tejerina. Se vio en La 1, se gustó y la pifió.

Ocurre también que últimamente (los tambores electorales son como una especie de alucinógeno para algunos) las declaraciones son de traca, y como aquí se acaba viendo normal que un alto cargo parlamentario vaya a 'negociar' el voto con un político preso o que quien gana un premio nacional de poesía diga que no está de acuerdo con nada de España pero se queda con los 20.000 euros de la dotación del galardón, pues prácticamente se extiende por todos lados el 'no pasa nada de nada con nada', y por eso ocurren las cosas que pasan, como le ha ocurrido a la ex ministra Tejerina...

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios