Papa León XIV, fraile agustino
En la historia de la Iglesia, los agustinos no han sido muy dados a destacar. Sin embargo, ha habido muchos y grandes santos, científicos, poetas, literatos, obispos, aventureros, misioneros, cosmógrafos, místicos... y ahora un Papa
P. Agustín Herrero de Miguel, O.S.A.
PRIOR Y DIRECTOR DEL COLEGIO LOS OLIVOS DE MÁLAGA
Martes, 13 de mayo 2025, 02:00
E n Chiclayo hay un agustino que se ha calzado botas de agua para colaborar durante las inundaciones que han afectado esta región del Perú. ... Está allí porque es el pastor. Ya en plena pandemia, recorrió solo las calles de la ciudad para transmitir aliento a todos sus habitantes.
Ambas imágenes, que han proliferado en redes, me recuerdan al obispo de Hipona, san Agustín, durante el sitio de su ciudad en el año 430. Permaneció junto a su pueblo, mientras las autoridades romanas abandonaban a la población ante el avance de los vándalos que arrasaban el norte de África.
En la historia de la Iglesia, los agustinos no han sido muy dados a destacar. Sin embargo, ha habido muchos y grandes santos, científicos, poetas, literatos, obispos, aventureros, misioneros, cosmógrafos, místicos... y ahora un Papa. Han dado su vida por el Evangelio y por los más pobres desde el trabajo anónimo y sencillo, sin buscar la gloria personal, con una humildad en la oración y en el trabajo, fieles a una vivencia exquisita del ideal agustiniano.
Robert cocina y sirve a sus hermanos de comunidad.
Robert reza ante el Señor y se queda en silencio, mirando el sagrario.
Robert abraza a una anciana indígena como presencia de Cristo en los pobres del Evangelio.
Robert se preocupa por la formación de los seminaristas agustinos y está muy pendiente de que se forjen en el trabajo y la oración, pues quiere que los frailes estén al servicio de la Iglesia.
Robert es un líder sin quererlo, e incluso, a veces, quizá sin saberlo, pues su palabra y su ejemplo arrastran. Por eso lo eligen en su orden como provincial primero y general después.
Robert escucha... Ese es su don. Y sufre solo, y enfrenta el sufrimiento del cargo porque le afecta todo lo relativo a su orden.
Robert se sienta con los jóvenes a comer y ríe y disfruta con la felicidad de los demás.
Robert quiere conocer Los Olivos de Málaga, y será el Papa que pasó cuatro noches en El Atabal, como bien relata nuestro buen amigo Pedro Luis Gómez en estas páginas. Le encantaron el sol de nuestra ciudad y su gente.
Robert es capaz de ocupar los más altos puestos de su orden y, al terminar, regresar de nuevo al Perú como uno más.
Algo tuvo que intuir el papa Francisco para que, un 30 de enero de 2023, le llamara a Roma, elevándolo a las más altas instancias vaticanas.
El cardenal Prevost va todos los días a comer y a rezar con su comunidad agustiniana, como uno más. Se sienta al lado de nuestro P. Javier (consejero general de la O.S.A. y ex director del Colegio Los Olivos ) y comparte la amistad agustiniana con todos, aunque, por razones de su cargo, deba ir a dormir al dicasterio.
Y llega el momento de enclaustrarse para elegir al nuevo papa, se despide de todos sus hermanos agustinos, con el compromiso de regresar al finalizar el cónclave.
Pero...
El 8 de mayo de 2025, fiesta de de Nuestra Señora de Gracia, patrona del colegio Los Olivos, en el balcón de San Pedro, se escuhan estas palabras: «Habemus Papam: Dominum Robertum Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinalem Prevost, qui sibi nomen imposuit Leo XIV».
Y mucha gente se pregunta quién es. En los colegios y conventos agustinos, entre la sorpresa y la alegría, se da un salto frente al televisor como si de un gol importantísimo en un partido de fútbol se tratara. El fraile sale tembloroso y emocionado ante la multitud de la plaza de San Pedro, pronunciando sus primeras palabras:
«Soy agustino, un hijo de san Agustín, que ha dicho: 'Con ustedes soy cristiano y para ustedes, obispo'. En este sentido podemos caminar todos juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado».
Seguro que, en ese momento, muy cerca del Señor, san Agustín, santa Mónica, santo Tomás de Villanueva, san Alonso de Orozco y san Nicolás de Tolentino, sonríen al ver el corazón atravesado por la flecha sobre el libro junto a las llaves de san Pedro.
Recemos por el Papa agustino que vino del Perú para ser León XIV.
Su lema es: «In illo uno unum» («Aunque los cristianos somos muchos, en el único Cristo somos uno»).
Gracias, hermano Robert, por tu humildad y servicio a la Iglesia.
Invocamos la protección de Nuestra Señora de Gracia y pedimos al Señor desde Málaga que le ayude y acompañe en esta gran tarea.
Él, como San Agustín sabe que en lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; y en todo, caridad. Lleva impreso el corazón agustiniano, ese mismo que nosotros llevamos grabado en el tronco de un olivo.
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