Māšîah Teresa

Pedro Luis Gómez

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Sábado, 29 de septiembre 2018, 09:46

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Houston, tengo un problema. Hay palabras preciosas y clarividentes, las más adecuadas para definir algo o a alguien, que sin embargo no tienen género femenino, pero este tecnicismo no me va a arruinar este artículo de hoy. Por eso el título de Māšîah (se pronuncia mashiaj), que tras no pocos esfuerzos por conseguir encajar todos las tíldes y símbolos adecuadamente, es como se escribe 'mesías' en hebreo, que significa 'ungido' (en este caso 'ungida'), y que es lo más cercano que he encontrado para encajar en femenino 'mesías'. En la tercera acepción de la palabra, 'mesías' significa «sujeto real o imaginario en cuyo advenimiento hay puesta confianza inmotivada o desmedida». En este caso la confianza es más de ella que de nadie. Porque es mujer. Y política. Y por sus palabras, 'la mesías' que Málaga esperaba implorando a los cielos (sic) para acabar 'full' con la derecha y con el socialismo 'casposo' que llevan dominando en Málaga por mandato de los electores que libremente decidieron que unos, PSOE, y otros, PP hayan ganado sistemáticamente todas las elecciones celebradas en Málaga desde que llegó la democracia, la misma que ahora nos permite, en estos extraños momentos en los que el populismo tiene incluso un 'gurú' llegado de Estados Unidos y asentado en Alemania con iglesia propia, que llegue un(a) Māšîah a salvarnos. Lo que no sé es cómo hemos podido esperar tanto tiempo, aunque bueno ha habido pueblos que lo han hecho por miles de años y ahí siguen, en una especie de lista de espera, parecida a la que Salud ya no publica en Málaga quizás porque es excesivamente larga…

Pues eso, llega Māšîah Teresa Rodríguez a Málaga, pero, ¡ojo!, viene a 'salvar a este pueblo pecador' (la frase es del autor) que libremente en las urnas votó por abrumadora mayoría a PSOE y PP a lo largo de 41 años de elecciones ininterrumpidas, todas legales no como las que el prófugo Puigdemont montó en la 'pobre' Cataluña pasto de las iras de «la España que nos roba». Pero ahí está la justicia belga, no se preocupen. Mientras, entre fake news y televisiones 'dirigidas', entre redes sociales perfectamente copadas por quienes se dedican en exclusiva a intoxicar y demás, en ese momento, quizás sin tiempo para ver la paliza dialéctica que le asestó Aznar al Rufián que gusta tanto de llevar camisetas de personas que perdieron la vida por culpa de la violencia y del terror, como de abrazar a Otegi, mientras, digo, aquí en Málaga estamos en la estación (sic) esperando a 'mashiaj', o «a la mesia», como se le escapó a aquel voluntarioso actor aficionado muy de su pueblo en una inolvidable prueba-ensayo público para una interpretación bíblica… Teresa Rodríguez viene 'full' a salvar a Málaga, e invoca a María Zambrano, que como alguien dijo muy bien, no se sabe cómo 'encajaría' tal definición para cualquiera de sus escritos y pensamientos. Full la tenemos, que a lo mejor es como se define en Cádiz lo que aquí de siempre se ha llamado al político que sin haber pisado en su vida una tierra llega a ella para encabezar una lista electoral. Eso se llama 'paracaidista', las cosas, porque no hay 'paracaidisto'... Lo que nos faltaba a estas alturas en Málaga es una 'Māšîah'

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