Los niños y jóvenes: el futuro de nuestro Auditorio
La tribuna ·
Apostar por la música desde la base es apostar por el futuro. Nuestro anhelo es que dentro del terreno de la cultura, la música sea también considerada prioritaria en nuestra ciudad
manuel sánchez benedito
Jueves, 1 de enero 1970
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En nuestro afán por defender la existencia de un gran Auditorio en Málaga, tenemos forzosamente que definir y valorar los participantes, tanto intérpretes como oyentes, imprescindibles que a nuestro juicio deben llenarlo de vida. Valoramos por supuesto al profesional y al aficionado adulto, al oyente fiel, el curioso o el esporádico. Pero nuestra sensibilidad ciudadana es la de hacer partícipes a nuestros niños y jóvenes en la propia vida del Auditorio. Apostemos por colmar plenamente las expectativas que nos hacen reflexionar y soñar. Y siempre, cuando recorramos ese camino de ilusión, llegaremos a una misma meta: nuestros niños y jóvenes amando la música.
Es deseable instaurar un gran complejo de equipamiento y desarrollo cultural: el CECI (Centro Escénico Cultural Integral) como lo denominamos en un artículo publicado hace ahora cuatro años. Sería el contenedor idóneo para todo tipo de manifestaciones artísticas como grandes orquestas sinfónicas y líricas, representaciones operísticas, danza o musicales, flamenco, jazz y obras de teatro. Una diversidad de iniciativas que convivirían a pesar de su asimetría, pues puede incluir recitales de artistas reconocidos mundialmente, con actividades relacionadas con los jóvenes.
El Auditorio prevé el funcionamiento de dos salas principales: la Gran Sala (o Sala Sinfónica) y la Pequeña Sala (o Sala de Cámara). También está en la previsión contar con espacios escénicos o expositivos menores, salas de ensayo, aulas, cabinas de estudio y otras dotaciones. En todos ellos tiene cabida nuestra juventud.
1. Gran Sala
– Conciertos sinfónicos, sinfónico-corales y recitales líricos, con orquestas, bandas y otras grandes agrupaciones. Solistas de renombre. Entregas de premios y galas musicales. Conciertos didácticos y en familia.
– Posibilidad de representaciones operísticas y otras de corte escenográfico. Teatro musical y producciones afines.
– Manifestaciones de otras músicas: Música comercial (pop, rock, vanguardias). Flamenco, copla. Cantautores y solistas.
– Eventos no musicales: congresos puntuales, convenciones y simposios, exhibiciones, grandes conferencias, escuelas de verano. Cursos, talleres y seminarios.
2. Sala de Cámara
– Conciertos con orquestas clásicas y otras disposiciones (solistas, pequeños grupos).
– Representaciones de óperas de cámara y músicas incidentales similares.
– Manifestaciones de otras músicas: anterior a 1750 (música antigua), contemporánea (posterior a 1945). Música electrónica.
– Otros usos: conferencias y ciclos. Mesas redondas y foros de debate.
3. Otras instalaciones
– Salas de ensayo.
– Aulas didácticas o de trabajo.
– Espacios expositivos.
– Cabinas de estudio.
– Zona didáctica infantil, librería, aula de talleres con niños.
Pero no nos engañemos. Un Auditorio como mero enlazador de espectáculos no resultaría determinante para alcanzar la excelencia musical de la juventud. La auténtica inversión, aparte de la económica, es la humana, y en este caso, la asociada a nuestros chicos y chicas. Por eso, el futuro del Auditorio está ya presente con la existencia de nuestra juventud en sus centros escolares, y potenciales 'auditorios' en un futuro a corto y medio plazo. No se podrá contar con un Auditorio vigoroso y diverso si no se cuenta con el concurso de ellos: serán en gran medida protagonistas, pero también los transformadores de conceptos aparentemente tan monolíticos como el arte y la cultura. Junto a las convencionales producciones, como recitales y conciertos –sinfónicos o no, de gran o pequeño formato, líricos, clásicos o de cualquier otro cariz acorde–, abogamos por la celebración de talleres educativos, con la presencia de niños con afán de aprender; de conferencias y coloquios, relacionados con la pedagogía musical y su aplicación; de conciertos didácticos, en toda la extensión de los términos; y de todo un programa que pueda abarcar la presencia de nuestros jóvenes en tareas propias de la música, como pueden ser la composición, la dirección de pequeñas agrupaciones, el impulso a grupos vocales e instrumentales, y un largo etcétera.
Muchas veces dudamos sobre si se cumplirán las expectativas de aforo y localidades referentes al público en general. Pero si dirigimos nuestro esfuerzo a los niños y jóvenes, esa inversión redundará en que ellos se encaminarán al lugar donde resplandece la creatividad. Harán posible y viva la realidad de su propio ser, e irán de la mano con el tiempo, convirtiéndose en el público auditorio maduro y decidido del futuro.
Apostar por la música desde la base es apostar por el futuro. Nuestro anhelo es que dentro del terreno de la cultura, la música sea también considerada prioritaria en nuestra ciudad. Y para esto es fundamental el papel a desarrollar por el Auditorio de la Música, de todas las músicas. La línea conductora de la programación servirá para incentivar la educación musical. Debe crear sinergias e impulsar las estructuras musicales ya existentes: orquestas de cámara y sinfónicas, grupos de jazz y agrupaciones varias tanto vocales como instrumentales. El Auditorio deberá contar con esta realidad. Una realidad que ya marcha y que necesita un continente de ambición para proyectar más brillo y color a su vital actividad.
Málaga tiene un tesoro en la música clásica y afines no del todo puesto en valor. Las academias, los conservatorios, las fundaciones, las instituciones, protegen ese tesoro apoyándolo, haciéndolo crecer. Pero el plus de calidad solo lo puede aportar el Auditorio, como caja de resonancia y espacio de representación. Sería el colofón a todas nuestras aspiraciones. No olvidemos que hay una clara relación entre música y felicidad. Nos sosiega, nos ayuda a concentrarnos, nos alegra. Políticos, profesionales, artistas, empresarios: no temáis por el futuro del Auditorio. El espacio físico está por construir; el humano y vital existe ya, está junto a nosotros... somos nosotros.
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