Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Salvo que a los de Vox les dé un arrebato de última hora, la Junta de Andalucía va a tener por primera vez desde hoy un presidente malagueño, y aquí estamos más expectantes que los vecinos de Villar del Río en 'Bienvenido, Míster Marshall'. Después de una negociación con Ciudadanos, como mínimo, sorprendente, en la que el PP se ha quedado con casi todas las consejerías fuertes del nuevo gobierno bipartito, con las que tienen más capacidad de acción política y mayor presupuesto para inversiones, en Málaga ya contamos las horas para empezar a tachar encargos en la larga lista de promesas electorales de Juanma Moreno Bonilla.

A los populares se les ha llenado la boca todas las legislaturas anteriores con que la provincia es el motor económico de Andalucía, y de hecho lo es. También han criticado por activa y por pasiva que sufría un claro déficit de inversiones con respecto a su capacidad de generación de riqueza y empleo. Pues ya se ha terminado la etapa de oposición y toca empezar a demostrar que realmente creen en Málaga.

Como sea que a veces la memoria falla, les voy a recordar sólo algunas de las medidas más urgentes, más que nada por aquello de la cuestión de prioridades. Y para empezar, una que es más simbólica que material, fácil y barata: que los próximos Presupuestos andaluces, los primeros que elabore un Ejecutivo no socialista, estén provincializados. Más que nada para que los ciudadanos podamos hacer esas odiosas comparaciones que tanto nos gustan, sobre quién la tiene más larga (la cifra de inversiones, claro). Con criterios objetivos de población y de equilibrio interregional de las zonas más necesitadas. O lo que es lo mismo: para comprobar si se termina de una vez con el centralismo sevillano crónico.

Dicho esto, ya metidos en faena podemos empezar por llevar el metro y ampliar los maltrechos accesos viarios al PTA. Por aquello de no estrangular el desarrollo económico y tecnológico. Para continuar por el tercer hospital de la capital (por supuesto, con la llegada del suburbano 100% soterrado hasta la puerta), para que los malagueños tengan acceso a las mínimas infraestructuras sanitarias que les corresponden por demografía. Y hasta una carretera digna para acceder a Ronda, que puede ser la prolongación de la autovía del Guadalhorce. También ha llegado la hora de darle una solución al cauce del Guadalmedina, sin prejuicios políticos. Y de la revisión de los planes de inundabilidad, para permitir el despegue de la Ciudad Aeroportuaria de Alhaurín y de los suelos industriales del área metropolitana. Y eso sólo para empezar, que el listado de promesas es mucho más largo.

En la película de Berlanga, los americanos pasaron de largo. Espero que no le ocurra lo mismo a míster Juanma...

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios