Todas las mariposas del mundo
Estamos entrando en una época de diálogo, pero dos no hablan si uno no quiere
Una mariposa bate las alas en Marsella y nosotros perdemos el avión a Copenhague. El descontrol de la torre de control de Marsella puede cerrar ... un trozo de espacio aéreo y hacer trizas el resto. Se le pueden poner puertas al aire. Además hay pocos controladores y a veces las autoridades cargan todos los retrasos en el debe de la torre marsellesa allons enfants de la patrie. La tecnología siempre ha sido un arma de doble filo. Suele elegirse la rueda como uno de los grandes inventos revolucionarios pero cuántos atropellos. Uno de los últimos agentes estabilizadores de la justicia es el VAR. Así, el VAR de los juzgados de lo Social está corrigiendo contratos del ayuntamiento de Málaga, que cedía ilegalmente trabajadores a una empresa que los contrataba. Ha ocurrido con cuatro personas que trabajaban de bibliotecarias y otras que actuaban como falsos autónomos en OMAU y otras áreas. La ingeniería laboral permite ahorrar mucho dinero, y disgustos, pero el desarrollo de la ingeniería de la justicia puede corregir errores. El dinero, y muchas veces los disgustos, no se crea ni se destruye sino que se transforma. Es decir: el ahorro se trasladaba a las condiciones del contrato de los trabajadores. Nos hemos librado de una huelga en la hostelería, ahora que se teme la de controladores aéreos de Marsella. Estuvimos a punto de la huelga, luego a puntísimo de evitarla y una palabra rompió el acuerdo justo antes de la firma para finalmente corregir la palabra y repartir el ahorro y los disgustos para que no siempre caigan del mismo lado. Parece que entramos en una época de acuerdos y diálogo, aunque dos no hablan si uno no quiere.
La patronal y los sindicatos mayoritarios han llegado a un acuerdo tras meses de negociación, parole parole parole en este artículo internacional como la vida misma. Los sueldos subirán y se recomienda que el salario mínimo que pagan las empresas suba hasta los 1.000 euros al mes en 14 pagas. Es una buena noticia. Con 1.000 euros al mes, dos hijos que desayunan, almuerzan y cenan everyday (faltaba el inglés), el alquiler de un piso normalito, ya me dirás tú cuántas novelas se pueden comprar, billetes de cine en Málaga, o entradas para un concierto con estos precios que serán normales en Copenhague, donde si una mariposa bate las alas le entra un frío que le hace cerrarlas de nuevo. Pero al menos se cubren esas tres comidas y el alquiler, porque con 850 euros al mes (salario real para profesional con licenciatura y toda la pena del mundo al hacer cuentas que no pueden ser) quedamos fuera del consumo y el ocio y los viajes y los gastos extras que como se te caiga un diente el aire barrerá tu interior por los siglos de los siglos, amén. Si una mariposa bate sus alas el domingo en el palco del partido de la selección en Siria qué sé yo. Si a Trump le pica la nariz y ha dormido mal ya pueden hacer todas las mariposas del mundo lo que quieran. Por eso de momento nos contentamos con esos 1.000 euros recomendados. Chukran.
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