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Malamente

Vienen curvas ·

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Lunes, 19 de noviembre 2018, 00:58

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Gonzalo Sichar es uno de esas personas que dice cosas que, para bien o para mal, nunca esperas que las suelte un político. Lo último ha sido que la lista al Ayuntamiento tiene que encabezarla «un líder natural», como Imbroda, (en lugar de Juan Cassá, se sobreentiende). Ante eso Cassá ha optado por un pasapalabra, la salida con menos daños colaterales cuando un compañero dice que no eres suficientemente potente para ir de número uno.

No abundan desde luego los líderes naturales en estos tiempos. A juzgar por la encuesta del CIS la disputa es por el segundo puesto. Claro que los últimas sondeos se han equivocado en los sorpassos, así que probablemente Ciudadanos subirá y el PP bajará, pero menos de lo que pronostican. Siempre me ha hecho gracia eso de que te pidan el voto, como si el hecho en sí tuviera alguna influencia el día de las elecciones o como si hubiese alguna remota posibilidad de votar a alguien porque te ha dicho que lo hagas y no por convicción o por descarte.

A veces tengo la impresión de que la campaña es algo que siempre está ahí y que cuando hay elecciones se intensifica. Otra forma de entender el concepto de infinito. En esta que encima pilla el Black Friday por medio ya no saben qué hacer para seguir captando atención. Juanma Moreno se ha ido ante un notario a firmar que no pactará con el PSOE (ya estábamos convencidos de ello, no hacía falta tanto teatro).

Será el aburrimiento, pero me ha dado por buscar una banda sonora a los candidatos. Cada vez que escucho a Susana Díaz me acuerdo de Gloria Stefan: «Tiene un quejido, mi tierra/Tiene un lamento, mi tierra/Nunca la olvido, mi tierra/ La llevo en mi sentimiento, sí señor. Sin embargo, con Juanma Moreno es cerrar los ojos y oír a 'Siempre Así'.

Si fueran una canción, los de Ciudadanos serían los más indefinidos. Inés Arrimadas, que se está dejando ver mucho por Andalucía, sería un poco Taylor Swift (profesional e ideal). A Juan Marín le veo más difícil de encuadrar, algo tipo Sergio Dalma (que no molesta a nadie, pero no dice gran cosa), un poco antiguo para encajar en su partido, pero ahí estaba y no era cuestión de improvisar ahora otro candidato. Lo de Teresa Rodríguez es más como el flamenco chill de Chambao o, cuando habla del 'susanismo', como Bebe en 'Pafuera telarañas'.

La cosa es que PSOE y PP se disputan los votos sobre todo entre los que están llamados a ser sus aliados naturales: Adelante Andalucía y Ciudadanos. Y eso genera un desasosiego en los votantes que puede salir por peteneras y dejar las encuestas en lo que son: una simple foto temporal. En medio de esta estrategia un poco esquizofrénica si tuviera que ponerle banda sonora a esta campaña para los votantes sería con los acordes de 'Malamente'.

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