Málaga jardín
La ciudad comenzó a alargarse hacia la montaña, calle Victoria arriba, y hacia el norte junto a la vega, camino de Casabermeja
En su paso de pequeña a ciudad media, Málaga no pudo crecer a lo ancho. Se lo impedía el cauce del Guadalmedina, un espacio llano ... sin igual pero traicionero por sus avenidas impredecibles. Así la ciudad comenzó a alargarse hacia la montaña, calle Victoria arriba, y hacia el norte junto a la vega, camino de Casabermeja.
En 1911 se redacta la ley de Casas Baratas como respuesta legislativa a la escasez de vivienda asequible que conlleva el crecimiento de las ciudades. La ley fija unos mínimos de calidad en superficie y materiales de construcción. Es el primer ensayo de vivienda social en España y sirve para encauzar desarrollos modestos de borde urbano, entre ellos un barrio nuevo situado al norte de la ciudad de Málaga.
Mientras esto sucedía en España, a principios del XX, en Europa un movimiento teórico proclamaba la necesidad urbana de equilibrio entre lo artificial y lo natural. Ebenezer Howard recoge estas ideas nuevas en su tratado 'Ciudades Jardín del mañana'. En él fija como condición para la residencia urbana que la casa siempre tuviese contacto con el suelo. Fija también una densidad por hectárea de la que surge la necesidad de agrupación y el diseño de lo que después será comúnmente conocido como colonia.
Si media Europa quiere vivir aquí tiene que haber fórmulas que no sea desalojar a todos los nativosLa casamata es quizá la tipología más apreciada por el malagueño y además un óptimo de mínimo y calidad de vivienda
Málaga así se estira hacia el norte con vivienda unifamiliar en colonia. Las primeras manzanas de Ciudad-Jardín son resultado de las leyes de Casas baratas. Modestas en materiales y dimensiones, se proyectan inspiradas en unos mínimos que son los principios de la Ciudad Jardin de Howard.
Aunque en el campo de Málaga siempre existió vivienda unifamiliar es bastante probable que la vivienda unifamiliar en colonia, modesta en materiales y dimensiones, de Ciudad-Jardín fuese el patrón que popularizó el tipo 'mini' de casa en mini-parcela, que todos conocen con el nombre de casamata. Casamata significa tener calle delante y patio detrás con techo en cielo de estrellas. La casamata es quizá la tipología más apreciada por el malagueño y además un óptimo de mínimo y calidad de vivienda.
En un tiempo pasado los ministerios se sirvieron de becarios arquitectos para avanzar en la vivienda social. Hoy en todas las escuelas de arquitectura se estudian modelos de vivienda y de ciudad. ¿Por qué no aunar esfuerzos entre consejerías y mentes despiertas de universidad en pos de una vivienda económica dentro de la ciudad?
Hay muchas maneras de ponerse a trabajar en pos de un desarrollo sostenible de Málaga. Habrá que sentar unas bases. La primera puede ser liberar suelo edificable, la segunda reducir impuestos que gravan una primera necesidad, investigar desde las escuelas y poner administraciones a trabajar en proyectos de vivienda mínima. Medidas para que la vivienda económica sea posible y asequible en nuestra ciudad y no a 40 kilómetros de ella.
Si media Europa quiere vivir aquí tiene que haber fórmulas que no sea desalojar a todos los nativos. No puede ser que toda la mano de obra que precisa la industria del turismo tenga que dormir en otro lugar. Habrá que fijar barrios como aquél 'ciudad jardín', declarando grandes bolsas de suelo residencial, de interés social.
Ciudad jardín nace como un barrio de casas-matas, que se alarga aguas arriba a un lado del curso del Guadalmedina. Ciudad jardín es vestigio de un modelo urbano real, de ciudad trenzada desde manzanas de vivienda económica.Un modelo habitacional y urbano que puede y debe ser referente de desarrollo para el futuro de nuestra ciudad extendida al territorio.
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