A este lado de Torremolinos

El director de 'Al otro lado de la carretera' es José Antonio Hergueta, de MLK Producciones, que cuenta con la complicidad de Regina Álvarez. El documental ilustra el Torremolinos que era canalla, esteta y musical, petardo pero leído, juerguista, intenso, que era una isla de colores dentro de un país oscuro: un pueblo que juntaba lo mejor y lo peor de cada casa, que reunía a la gente más inquieta (que suele ser la más interesante). El documental acierta a la hora de enseñar una época entera y es el vestigio audiovisual de varias décadas en las que todos fuimos dioses. Uno se hacía famoso porque tenía discos. Las pocas drogas que estaban al alcance se celebraban con una fiesta. Torremolinos era la patria de los 'outsiders', un lugar de felicidad y un turismo sin demoliciones. Lo más antiguo que hay en Torremolinos es una cabina de teléfono.

En el documental aparecen por ejemplo Paco Gámez, que hizo música para grandes ciudades; Manolo Bellido, gran periodista musical, o Rodrigo Rosado, propietario del S.A., un bar en el que cualquier persona querría quedarse a vivir, y que estaba domesticado por un tipo que fue letrista de la banda, y del que poco se habla. Hay un protagonismo especial para la periodista Paloma Concejero, y sale Lutz Petry, y sale Alfredo Taján, y salen otros tantos testigos a los que conocemos tanto. Hay algún cotilla oficial y hablan todos los miembros de la banda. Antonio Luis Gil, Chris Navas, Manolo Rubio, y por supuesto Javier Ojeda, uno de los pocos cantantes que afinaban en la Movida, en uno de los grupos que más se ha preocupado por la calidad. Ricardo Texidó es al principio alma máter y luego víctima de sí mismo. Los Danza emergieron en un comienzo de sol y de playa que ya no se fue nunca, hijos de una cultura musical que era como un tesoro y que formó, frente a la costa, un movimiento interminable. Este documental, con sus subidones y con sus bajones, ilustra lo que hemos sido y lo que nunca podremos volver a ser.