Nos están clavando
Nadie sabe ·
Tiempo atrás quedó aquello de que comer en cualquier capital europea era un desembolso de dinero mayor que quedarse en el centro de MálagaSiempre se ha dicho –y con acierto– que viajar abre la mente y nos permite apreciar aquello que no conocíamos y valorarlo en su justa ... medida. Gran verdad, no cabe duda, pero no siempre ocurre que aquello que vemos fuera nos hace ser más felices.
Esa es una de las reflexiones con las que me quedo después de haber pasado cinco días en París, una afortunadísimo viaje en el que hemos podido descubrir (los cuatro malagueños que viajábamos) que en nuestra ciudad nos están cobrando las cosas más de lo que valen.
Vamos, que esto no es ninguna sorpresa, pero es que esta vez ha sido más obvio que nunca. Tiempo atrás quedó aquello de que comer en la capital francesa (o en cualquier otra europea) era un desembolso de dinero mayor que quedarse en el centro de Málaga. Ay, amigos, los que habéis viajado últimamente os habréis dado cuenta de que eso ya dejó de ser así. Me resulta asombroso que se pueda comer junto al Sena con entrantes para compartir, plato principal y postre por algo más de 30 euros.
Alguno dirá que en Málaga también se puede comer por 30 euros. Claro que se puede. Y por 20. Y por 5 si te pones. Pero la cuestión es que hemos asumido poco a poco (o en muy poco tiempo, si se mira bien) que salir a cenar a un sitio en condiciones supone en nuestra ciudad desembolsar cerca de 40 euros por persona. Dicho de otro modo, en el mejor de los casos igual que en París, y reconozcámoslo: no es lo mismo nuestro Pompidou que el de ellos.
Con esto, aviso a navegantes, no quiero criticarlo todo de la ciudad. El modelo es el que es, Málaga está de moda y eso es más beneficioso que perjudicial. Pero no perdamos el foco, esto no es cosa de turistas. A los malagueños nos están clavando.
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