Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El negacionismo, esa amalgama compuesta por creyentes en visiones de ultratumba, superchería, conspiraciones y fantasías de Hollywood mezcladas con una especie de teología del mal, tiene un nuevo ídolo. Un tenista que no se declara negacionista pero que con su conducta, supuestamente rebelde, ha avivado ...

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios