La gran renuncia
VOLTAJE ·
En España, en el aspecto laboral, lo más deseado sigue siendo convertirse en funcionarioSucede cuando alguien está harto y se acoge a la quimera de una vida mejor. En Estados Unidos siguen teniendo el sueño americano y últimamente ... allí es raro el mes en el que no dejan su empleo cuatro millones de trabajadores. Un tsunami de noes alborota las oficinas. Una encuesta realizada a escala global descubrió que el 41% se planteaba dejar su puesto de trabajo o cambiar de profesión, y que, si se ponían a pensarlo, la mayoría se sentía descontenta. No es solamente tristeza. A esta tendencia hacia el abandono laboral se le ha denominado 'La gran renuncia', un fenómeno provocado por la conciencia del propio malestar; una sensación terrible que ha acentuado la pandemia, que nos ha dado tiempo para mirar un poco más adentro. Los confinamientos han provocado grandes fijaciones y nuevas perspectivas respecto a lo que se considera importante.
Hay trabajadores que querían un sueldo mejor, estaría bueno, pero hay muchos que se han echado la manta a la cabeza, se han hecho nómadas y ahora están teletrabajando desde las islas Fiji o desde Mijas Costa, o han ganado su buen dinero mediante el uso de la tecnología 'blockchain' en un impulso, casi natural, de lo humano por lo tecnológico. Se ha producido un caudal de desapego porque decir que no a tiempo puede salvarte la vida, aunque parezca que estamos hechos para decir que sí, o para que nos lo digan, negarte a hacer algo también es importante.
El arquitecto Alejandro Dolina, que publicó un textito llamado 'Elogio de la renuncia', decía que, si no podemos enorgullecernos de lo que hemos hecho, nos quedará por lo menos el orgullo de lo que no hemos querido hacer. El filósofo Emilio Lledó renunció a recibir la medalla de oro de la Comunidad de Madrid porque asumió que le resultaría «incómodo» obtener una distinción de quienes no creen en la educación. Cada vez hay menos personas dispuestas a sacrificar la mayor parte de sus vidas en unas condiciones que son causa de infelicidad o de desasosiego. La dejación como fórmula para dar un paso al frente. Ahora se sabe con más certeza lo que no se quiere. También en Estados Unidos, hay dificultades en muchos sectores para encontrar mano de obra. Su presidente, en un acto de lucidez, recomendó a los empresarios pagar más a sus trabajadores. En inglés, a la ola de renuncias se le llama 'The Great Resignation', y eso es lo que hay en Europa, mucha resignación, pero no hay renuncias. Es uno de los pocos fenómenos sociales norteamericanos que no se extienden por aquí. La cosa no ha cambiado mucho. En España, en el aspecto laboral, lo más deseado sigue siendo convertirse en funcionario. Para toda la vida.
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