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Intruso del Norte

Gran dolor les mordía

Les enferma la saeta, el chapiri, la torrija

JESÚS NIETO JURADO

Lunes, 2 de abril 2018, 08:04

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No tomaron los cielos, pero sí que se ciscaron en ellos como si no hubiera mañana. Quisieron escrachear vía 'tuiter' las tradiciones más sagradas, que amén de sacras son eso: tradiciones que tienden a misterio atávico y nos hacen, por ello, más humanos. Se les veía venir desde Navidad y desde el 'no de los niños' con las cabalgatas. Quizá anden hoy capitaneados bajo cuerda por el ex Jemad que se nos ha vuelto medio peronista: a sus años, con sus galones, y creo que cunero por esa provincia donde Cristo perdió el mechero.

El inicio tuitero de esta movida antiLegión no lo sé exactamente, pero era TVE sacar a Mena y ellos volverse rabiosos con un odio de siglos a una de las pocas cosas que funcionan en Celtiberia. Un odio pueril a lo divino y a lo castrense.

Hay que aguantar que nos canonicen a los 'jordis' y a sus secuaces, que quieran convertir la fe o la pasión en una pira. Nada les importa. Su conquista del Estado es la destrucción del Estado, aunque por 'tuiter' nos digan ahora que quieren el Estado laico y que las procesiones vayan cortitas de recorrido y vacías de soldados.

Les ponen malos el cornetín, la saeta, la torrija y la explosión de los azahares; acaso más que de corneta, éstos de quienes hablo, sean más de flauta y como más de otro tipo de incienso. Su reino no es de este mundo, pero ellos saben con vocación y hasta con unción cuáles son los confines de los Países Catalanes.

Sabemos que esto de quitar la Semana Santa -al menos desnaturalizarla y sustituirla por los bautizos civiles- fue el canto de cisne de aquel zapaterismo por encima de sus posibilidades.

Y ahora yo pienso en ese niño que se apasiona con el paso legionario, y pienso en mi ciudad cuando no cabe un alfiler, y cuando una señorona de Zamora se ha pasado horas en una silla de playa por sentir la brisa de un chapiri y la verdad de un pecho abierto a la humedad de marzo. Sucede que explicar las condiciones objetivas -y subjetivas- de una colectividad a esta izquierda (sic) de trending y decadencia sería un ejercicio vacío; una pérdida de tiempo. Hasta daría yesca de la buena para tantos 'trolls' odiadores. Solo aguantan sus verbenas; el rock radical vasco en la feria y una paella que dicen que es solidaria, alternativa, autogestionaria y con/sin arroz. Todos los años ven desfilar a la Legión y les sangra el colmillo. Quizá vean que han perdido la paz, la calle y la palabra. Por lo demás son cuatro gatos que desprecian cuanto ignoran, aunque tampoco hay ganas de ilustrarles sobre lo inefable y quizá una guardia africana no les arregle nada. En el balance de la Semana Santa todo ha salido fetén, y ellos no saben qué monería sacarse ya de la chistera. Porque nos perdonan la vida por cristianos y/o hedonistas.

Cuando los bárbaros amenacen a Occidente, sí, nos van a defender los CDR (Comités de Defensa de la República) de la CUP.

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