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La rotonda

Todos a la feria, pero vestidos

Sábado, 12 de agosto 2023, 02:00

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Hay ganas de feria. Muchas. En general hay muchas ganas de fiesta, de divertirse, de pasarlo bien. Tras el Covid muchos les han (hemos) visto ... las 'orejas al lobo' y han aprendido la lección, y la gente acude a los lugares de ocio y de jarana como si no hubiera un mañana». Y es que eso de prudencia, ahorro y guardar para el futuro se va al carajo en cuanto aparece un chino con un murciélago desde el sin fronteras del mundo y se carga a millones y millones de personas. El Covid ha sido una lección de la fragilidad de la vida, porque quien más y quien menos ha tenido casos para nunca olvidar en su entorno más cercano. Sea por lo que fuere, por el maldito bicho o porque aún no nos hemos resarcido de los meses en los que todos estuvimos confinados ('enchiquerados' podríamos decir perfectamente por la 'fiereza' con la que hemos salido), la gente tiene una necesidad importante de jarana, y la feria de Málaga es la más propia del mundo para eso. Tenemos fiesta las 24 horas del día, tanto en el centro como en un magnífico real que cada vez coge más peso en las jornadas diurnas (gracias al aire acondicionado que posee la práctica totalidad de las casetas, lógico), y la gente se lo pasa en grande, entre otras cosas porque se permite lo que habitualmente no se haría, pero... Recordaba el alcalde, Francisco de la Torre (quien, como Pedro Aparicio, para no ser un 'feriante' se ha acomodado a ella como nadie lo podría haber imaginado) que hay que ir vestidos al centro y al real. Parece una obviedad y una chorrada, pero no. La 'moda' de los descamisados, aunque afortunadamente el año pasado mejoró la cosa, es una merdellonería que no se puede consentir. Se ha echado en falta que la petición del alcalde viniese en un bando municipal tipo 'Terno Galván', porque es algo que se presta a ello, con ironía y dobles palabras. Lo cierto es que la petición del alcalde no puede ni debe ser sólo un ruego, sino una orden que apareje sanciones a quien no lo cumpla. Ver a alguien medio desnudo en plena calle es vomitivo y no se puede consentir. Y por supuesto, no sólo en feria, que algunos turistas han decidido poner de moda eso de pasear en estos días de calor de verano por el Parque o calle Larios en bañador, y para merdellones, miren, con los nuestros nos sobran para que vengan más de fuera...

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