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La tribuna

La expiración de Francisco

Francisco J. Carrillo

ACADÉMICO CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS

Sábado, 17 de mayo 2025, 02:00

Una habitación iluminada en la Casa Santa Marta del Vaticano. Una cama austera en la que reposa Francisco, cansado y débil. Un testigo le coge ... la mano para transmitirle contacto humano. Francisco está sosegado y tranquilo. Últimos santos óleos. Muy bajo en intensidad, pide que la luz se apague. Se enciende una luz de penumbra. Francisco es consciente del tránsito en el que cree, tantas veces por él predicado. En esa creencia, con serenidad, susurró «en tus manos me encomiendo». Entró en coma y expiró con el espíritu pleno de vida y la mirada interior puesta en la Casa del Padre, porque un día, libremente, había optado por dar un salto en el vacío al que su razón le llevó a intuir la fe.

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