Consejos para un feliz 2025

Nunca fui devoto o fan de los consejos, sí de reflexiones y de que, como si se tratase de un parto, cada cual saque a la luz lo que lleva dentro. Siempre me interesó mucho la mayéutica socrática: método aplicado por Sócrates a través de la cual el propio alumno descubre conocimientos. Ésta conduce a la iluminación: despierta, conduce y provoca; en ese parto, no sin dolor, en no pocas ocasiones, encontramos las respuestas últimas que buscamos, aunque, en ese mientras tanto, en esta excursión que es la vida, hayamos dado algunos pasos. Permita el lector que en esta última columna del año recurra al plural mayestático para ofrecer alguna reflexión que nos ayude a vivir el año que viene, el 2025.

Estaremos pendientes, a diario, a las señales, sutiles o magníficas que la vida nos ofrece para conducirnos en ella. Viviremos como si fuera el último día o año de nuestras vidas con el único fin de vivir en plenitud. Tendremos una actitud agradecida ante lo que vivimos, en la salud o enfermedad, en las alegrías o penas. Sabiendo que lo que no decimos también nos define, guardaremos silencio cuando haya que guardarlo y aportaremos voz cuando haya que hacerlo, especialmente ante las injusticias. Por último, bucearemos en la verdad última del ser para encontrarnos con la verdad plena revelada en cada acontecimiento, en cada corazón, en cada ser. ¡Feliz 2025!