Borrar

CONCIENCIA

Pilar Martínez

Málaga

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 22 de abril 2018, 10:14

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En más de una ocasión en esta sección he criticado con firmeza la escasa conciencia global que se tiene de la importancia del turismo, pese a ser el motor indiscutible de la economía. El turismo es la cenicienta del cuento y es necesario que se adquiera una mayor conciencia de la importancia de esta actividad y del impacto que tiene no sólo a nivel económico o en la generación de empleo, sino también en el propio devenir ciudadano. Cuando suben los alquileres se piensa siempre como causa de ello el auge de las viviendas turísticas, cuando se habla de la reactivación del sector de la construcción hay que pensar que parte de ella se debe a la rehabilitación de inmuebles para ampliar la oferta alojativa de los destinos. Incluso cuando se disparan las ventas de electrodomésticos o de vehículos también es fruto del dinamismo del turismo. Un sector que acapara la atención de los inversores cuyos proyectos, además del puro negocio con los viajeros, llevan aparejadas la dinamización de zonas deprimidas o degradadas. Basta el ejemplo de las actuaciones, avanzadas esta semana en SUR, en el Pasaje de Chinitas. Un desembolso que permitirá devolver el esplendor de antaño a una zona que, además, se encuentra en el corazón de la capital. Es la oportunidad que este pasaje y todo su entorno lleva esperando desde hace más de dos décadas. Ahora sólo falta conciencia institucional, con independencia de los colores políticos, para que estos inversores puedan llevar a cabo sus proyectos sin más trabas que las habituales en cualquier tramitación. Pero en esta ciudad es muy frecuente que cuando las actuaciones van hacia adelante comiencen, de un lado o de otro, a lanzar piedras al camino, para seguidamente quejarse del estado de abandono de zonas como la del Pasaje de Chinitas. No hay más que ver lo que pasa con el proyecto de la Torre del Puerto o de La Academia del Málaga en Arraijanal. O se toma conciencia de que tiene que imperar la sensatez o esta ciudad verá frenada su escalada de éxito en la que el turismo ha sido y seguirá siendo clave.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios