Secciones
Servicios
Destacamos
P or si no teníamos bastante con Elon Musk y sus salidas del tiesto ahí está Mark Zuckerberg para darle la réplica. Todavía estoy flipando ... con su oda a la agresividad y su defensa de lo que él llama «cultura masculina». No sé si me da pena, risa o un poco de cada, pero después de un alegato así me sale del alma contestarle en el mismo tono de lo que está pidiendo a gritos: Qué colleja tiene.
Se presenta como buen conocedor de las mujeres porque se ha criado con tres hermanas y tiene tres hijas, que es como decir que uno es experto en nutrición porque desayuna, come y cena todos los días o que el cuarto de baño se limpia solo porque por allí corren el agua y el jabón.
¿Y qué es lo que más le gusta de lo 'masculino'? «tener una cultura que celebre la agresión un poco más tiene sus propios méritos, ha sido una experiencia positiva para mí quedar con mis colegas y pegarnos un poco». De verdad que no doy crédito. Al niño bonito de Silicon Valley, que creó Facebook cuando apenas era mayor de edad se le ha dado la vuelta el cerebro de tanto pensar. Es verdad que sus desafíos públicos con Elon Musk, al más puro estilo 'no hay huevos' sobre pelearse en una jaula o ver quién la tiene más larga no presagiaban nada bueno. Entiendo, aunque no lo comparta, que cambie de bando y se pase al lado Trump porque le interese, pero, por favor, que nos ahorre el show. No hace falta acompañarlo de mensajes prejuiciosos, casposos (y otros osos) de las chicas son blanditas y se ha impuesto su cultura en la sociedad y, jope, a mí me gusta ser un poco más rollo cavernario y zurrarme con mis colegas.
En el fondo de esas reflexiones de macho alfa hay un intento burdo pero que gana adeptos de justificar el machismo y la supremacía masculina con el argumento de que el feminismo ha ido demasiado lejos. Y por ahí, no.
A lo mejor Mark no sabe que se puede ser decidido, audaz, firme, enérgico y contundente con el lenguaje, no hace falta dar golpes en la mesa. Y que las peores broncas son las que te echan en tono normal, porque sabes que no son fruto de cabreo del momento. El gran riesgo de la gente que llega a su nivel es rodearse de una panda de pelotas que le ríen las gracias y le dicen lo grande que es, pero no le avisan cuando mete la pata o hace el ridículo, porque para eso 'no hay huevos'.
¿Será la crisis de los cuarenta? Desde aquí te lo digo, Mark, el alegado contra el hombre blandengue ya lo hizo El Fari hace tiempo y con mucha más gracia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.