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Cirugía del cambio de voz

LA TRIBUNA ·

La terapia vocal tras la cirugía es imprescindible para la recuperación de la voz. El logopeda será vital en esta etapa

DR. JUAN CARLOS CASADO MORENTE

Jueves, 16 de abril 2020, 07:45

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La preocupación por los problemas de la voz -hoy es el Día Mundial- se puede considerar un indicador fiable de la cultura de un pueblo. La sociedad actual ha sufrido un profundo cambio, no sólo a nivel médico, sino al educativo y social; de tal manera que el trastorno de la voz ya no se considera una consecuencia inevitable a la que el individuo tendría que acostumbrarse al padecer una enfermedad de mayor entidad (generalmente un cáncer), que era la realmente importante. Y este cambio también lo es en la medida en que pasa de considerarse una atención médica de lujo para unos cuantos profesionales de la voz o cantantes de élite a formar parte del concepto de salud en un sentido más amplio, al alcance de todos.

En este contexto cada vez es más frecuente en nuestras consultas médicas la demanda de cambio en el tono de voz, en la frecuencia vocal. En este campo nuestro equipo es un referente internacional al que avalan nuestra experiencia y resultados. Actualmente podemos llevar a cabo la feminización de la voz (voz más aguda) y la masculinización de la voz (voz más grave).

Conviene saber que el análisis de grabaciones de voz muestra que una voz femenina puede ser diferenciada de la masculina con un muy bajo rango de error. El principal parámetro a tener en cuenta es la frecuencia fundamental hablada, de tal manera que hay una correlación lineal entre la frecuencia fundamental y la percepción de una voz como estereotipadamente masculina o estereotipadamente femenina. La frecuencia fundamental es un parámetro vocal que mide el número de veces que las cuerdas vocales se abren y se cierran por segundo y se expresa en hertzios (Hz). Así, las voces percibidas como masculinas suelen tener un frecuencia fundamental entre 80 y 120 Hz, mientras que las voces percibidas como femeninas son de 180 a 220 Hz.

Para conseguir estas últimas lo primero que debemos saber es que la terapia hormonal a base de estrógenos se ha demostrado que tiene muy poco efecto sobre la calidad de la voz. Por lo tanto, para elevar el tono vocal tenemos que actuar sobre la laringe y sobre el comportamiento vocal.

Aunque es cierto que el mayor grupo de personas que optan por la feminización de la voz corresponde a mujeres transgénero, este proceso también se puede aplicar a aquellas mujeres que tienen androfonía (voz grave) debido al consumo excesivo de andrógenos o a distintas enfermedades productoras de testosterona como síndrome de ovario poliquístico y síndrome de Klinefelter. Actualmente, tambien existe una demanda creciente en actores, cantantes, cómicos y otras profesiones del mundo del espectáculo.

Tras haber probado distintas técnicas quirúrgicas, actualmente el tratamiento con mejores resultados es la glotoplastia de Wendler, con modificaciones personales. Se debe empezar a hablar a los 15 días posteriores a la intervención. La terapia vocal tras la cirugía es imprescindible para la recuperación de la voz. El logopeda será vital en esta etapa, pues le ayudará a cambiar su gesto vocal, su resonancia, su entonación y su modulación de la voz. De esta forma se conseguirá tener una voz más duradera y menos forzada. Los resultados óptimos se consiguen a los tres meses de la cirugía, aproximadamente.

En el proceso para la masculinización se trata de conseguir una voz más grave, más estereotipadamente masculina, con la frecuencia fundamental más baja.

Va dirigido a hombres que por alguna razón tienen una voz más aguda de lo que corresponde para su morfología corporal, lo más frecuente es en casos de trastornos de la muda vocal (en la adolescencia); al igual que en el caso de la feminizacion de la voz, se está empezando a demandar por profesionales de la voz que desean aun voz más grave, más profunda (la cual es muy atractiva por ejemplo en locutores de radio y en actores de doblaje). Inicialmente se podría pensar que también podría ser útil en el caso de hombres transgénero. Sin embargo, está demostrado que, en este caso, la toma de andrógenos (testosterona) produce una reducción de la frecuencia fundamental a los 3-4 meses, que suele ser suficiente para conseguir una voz más masculina y que perdura aunque se deje la medicación.

Aconsejamos empezar con terapia logopédica con el objeto de modificar el gesto vocal antes de proponer el tratamiento quirúrgico

Ante el fracaso de la terapia vocal o complementaria a la misma, realizamos una técnica quirúrgica denominada tiroplastia tipo III. A modo de conclusión y resumen se puede afirmar que existe actualmente un incremento en la demanda para atención especializada de cambio de voz y que ese cambio puede consistir tanto en una masculinización como en una feminización mediante técnicas quirúrgicas efectivas y con escasas complicaciones, procesos en los que tanto antes como sobre todo después resulta necesaria la logopedia.

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