Ir al Black Friday (y acabar en una misa de Franco)
VOLTAJE ·
Pablo Casado acudió a una misa por Franco el 20-N porque «le pillaba cerca del hotel»
Lo mejor del Black Friday es que es un viernes que dura diez días. Lo peor es tener que comprar un televisor y terminar perdiendo ... la cabeza, convencido de que sacar un notable en algunas asignaturas de la carrera resultaba más sencillo que elegir modelo. Al Black Friday le pasa como a 'El Jueves', la revista que sale los miércoles, pero que a Canarias llegaba los viernes. Hoy, por ayer, alguien me dijo: «Me voy al Black Friday».
El que se va al Black Friday rompe con la creencia de que a este no lugar que en realidad son días de rebajas, como tantos que hemos pasado todos últimamente, se podía asistir sin salir de casa. Que era una gracia de internet doméstica, algo agorafóbica, apocalíptica pero integrada; postpandémica, con unos descuentos dramáticamente menores que los de otros años, y ante la falta de chips, de madera, de metal, de plástico de pompitas y de un poco de vergüenza, los precios el año que viene van a subir, según aseguran 'todos los analistas'.
Uno puede pretender ir al Black Friday y acabar perdido en la prolongación de la Alameda. Si todavía le sigue llamando así a la avenida de Andalucía es más por tozudez que por años. No pasa nada: antes nos gustaba ir por la vida sin brújula y hoy ponemos el GPS hasta cuando nos sabemos el camino, no vaya a haber un atasco, o algo peor.
Si uno va al Black Friday puede terminar en cualquier sitio, por ejemplo, en una misa en la que se reza por el alma de don Francisco y de don José Antonio un 20 de noviembre, que es lo que le pasó a Pablo Casado, todavía líder del PP, el último sábado en Granada. En concreto, en la iglesia del Sagrario de la catedral de Granada, uno de los diez templos que suelen celebrar este aniversario por la muerte de Franco y/o de Primo de Rivera (y hay más de 23.000 iglesias en España), habiéndose celebrado en Málaga en la parroquia de Stella Maris, donde yo desde luego no fui a parar. No, al menos, por error. Tampoco hay buenos bares cerca. Casado acudió con su familia porque «le pillaba cerca del hotel» y temía perderse la misa del domingo, cosa que siempre pasa. Es sábado noche en Granada. En la calle hace frío. Abren el Planta y la Vogue (si es que siguen existiendo) y antes iría a tomar vinos como panes. ¿Fueron los curas los que inventaron la tapa con la bebida, o eso lo hizo el mismo Jesucristo? Vamos a vernos el sábado en el Black Friday, y ya veremos el lunes, que es Ciber Monday. A ver dónde terminamos.
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