El bicho también ataca la imagen de España

Pero si malo es lo que está ocurriendo en nuestro país, el bicho nos está comiendo nuestra imagen fuera: España está ahora ante el mundo bajo mínimos, y de verdad que cuesta trabajo comprobar la falta de autocrítica de nuestras autoridades, con un servilismo increíble de muchos de sus partidarios y un mutismo preocupante de quienes siendo de sus mismas siglas ven con horror cómo se está actuando.

Total, que fuera nos están dando hasta en el carné de identidad, especialmente la Prensa y la televisión de Estados Unidos, y todo el norte de Europa. En Gran Bretaña, que también empezaron así, han parado, que bastante tienen con su 'Pablo Boris' particular, aunque sea del otro extremo... Vistas las cosas, con el bicho feliz por el caldo de cultivo que ha encontrado a 11.000 kilómetros de Wuhan, en el país más amante del mundo del sol y de la calle, de las reuniones de largas horas en torno a una mesa, o de las fiestas multitudinarias, que tiene en el turismo una de sus más importantes patas de una economía de la que como sigamos así no va a quedar más que ruina, digo que ante todo esto, cansados de leer, oír y ver ataques contra España, el Rey intenta conseguir que nuestros grandes personajes de la cultura, la investigación, el ocio y el deporte nos echen una mano. Todos ellos embajadores de la 'Marca España', Felipe VI les pidió el pasado miércoles que nos echen a sus compatriotas una mano, que divulguen lo mucho y bueno que tenemos en España, y que se haga sin extremismos, ni de un lado ni de otro... La tarea no es fácil, porque además en todo esto subyacen intereses que nadie confiesa, pero que está ahí: hay muchos países que quieren cargarse la imagen de España para 'pescar' su turismo, porque, no lo olvidemos, somos el segundo país del mundo que más turistas recibe, lo que es mucho dinero y casi un 13 por ciento del PIB.

Banderas, como todos los que participaron en las cuatro vídeo conferencias realizadas por los Reyes desde La Zarzuela, mostró su incondicional apoyo y prometió su particular esfuerzo, algo que es de todos es conocido de sobra, porque si algo distingue a Antonio es el amor y la defensa que hace de su tierra. Igualmente, don Felipe y doña Letizia se interesaron por los proyectos en Málaga del actor, en especial por el Teatro del Soho, que quieren visitar por cierto. Banderas fue claro: con un tercio del aforo no se pueden abrir las puertas de un teatro que tiene de entrada una compañía de más de 90 personas que comen y viven de su trabajo, así de claro. Junto a Banderas participaron en las rondas telemáticas con los Reyes, entre otros, Valentín Fuster, Pau Gasol, Rafa Nadal, María Blasco y Fernando Alonso.

Uno de los puntos en valor queAntonio Banderasva a resaltar y proclamar por las cuatro esquinas del mundo el importante peso en el campo de la I+D de nuestro país, y puso como ejemplo el grupo multidisciplinar que liderado por la UMA ha creado y puesto en marcha el respirador 'made in Málaga', «un avance tecnológico científico al servicio del mundo, y eso hay que decirlo alto y claro». Banderas conoce bien este tema porque se ha implicado mucho en el proyecto, e incluso junto al también malagueño Pablo Alborán, han participado en el desarrollo del mismo con la aportación de 200.000 euros (100.000 euros cada uno), cosa que no se ha dicho públicamente porque los propios interesados pidieron a los responsables la máxima discreción. Un gesto que los enaltece aún más. Eso se llama compromiso de verdad. Junto a ello, toda la labor que capitanea con su equipo de la Fundación Lágrimas y Favores, que sigue repartiendo miles de batas, mascarillas, guantes y patucos por todos los hospitales de Málaga y su provincia.

No queda ahí la cosa. Ahora mismo, Antonio Banderas es el gran promotor de un proyecto revolucionario que puede ser un paso adelante de primera importancia para poder superar los efectos del puñetero bicho y ayudar, muy mucho, a todas las concentraciones de público: es un proyecto inicialmente pensado para el Teatro del Soho, pero que si sale bien será aprovechado por todos. El mismo equipo de ingenieros, profesores, médicos e investigadores que han sacado adelante el respirador, ahora trabajan al doscientos por ciento para sacar adelante una mascarilla que ahora mismo no existe en el mercado y que sería capaz de garantizar con su correcto uso el contagio cero. «No sabemos si saldrá bien o no, ahora mismo el proyecto está en fase de experimentación, pero todos estamos muy ilusionados. Esto puede facilitar que la gente acuda a un teatro, a un cine o cualquier otro espectáculo con una cierta normalidad, sin tener que hacer reducciones de aforo, porque su utilización facilitaría evitar el riesgo de contagio. Sería más cara que una mascarilla de las que hay en el mercado, es cierto, pero creo que merecerá la pena». En realidad es más que una mascarilla, porque el equipo liderado por la Universidad de Málaga trabaja también en otros complementos, como pueden ser guantes, junto a la mascarilla especial, que aún no ha sido bautizada, pero que desde luego habrá que darle nombre propio porque al final, si triunfa en el mundo, eso es lo que queda, y se trata de vender nuestra imagen ante el mundo, que aquí tenemos mucho de lo que sentirnos orgullosos.

Y mirando al cielo, esperando nos proteja y se lleve este maldito virus, les pedimos que, si pueden y los dejan, sean felices, que también nos lo merecemos. Orgullosos de España y de españoles como Banderas.