El presidente de la Junta ha ascendido al Mulhacén. Juanma Moreno, el ciudadano, aprovechó este fin de semana de asueto para alcanzar los 3.479 ... metros del pico más alto de la Península Ibérica mediante una ruta de senderismo dividida en dos etapas. «Una experiencia magnífica», ha escrito el presidente en sus redes sociales, gracias a las cuales nos enteramos de casi todo lo que hace la gente, tenga esto el interés que tenga, y de lo que lleva puesto: nuestro protagonista de hoy va vestido con discreta ropa de deporte y dos palos de trekking o de marcha nórdica de los que recomiendan los fisios para pequeños ascensos y para mejorar el movimiento de caderas. La ropa que lleva el presidente no parece recién comprada, y es un alivio, no es como estos modelos que se encuentra uno en el Caminito del Rey, donde hay visitantes que se pasean como si fueran a coronar el Everest, todo novísimo, coronel tapioca y decathlón.
Publicidad
Nuestro presidente senderista se ha explayado con un texto que ensalza a la Comunidad andaluza y a las ganas de vivir. Ningún halago a nuestra tierra me parecerá suficiente, ningún motivo para seguir es inútil últimamente. Andalucía en lo más alto, dice, clavando una bandera de Andalucía en lo más alto de sí misma, y ese detalle ha terminado de dotar a las imágenes de un aire de reconquista o de viaje a la luna, heroico de necesidad, y ahora estoy convencido de que, si se hubiera rodado sobre esta hazaña, lo podría haber dirigido Clint Eastwood, o Stanley Kubrick si estuviera vivo.
Está muy bien que nuestros representantes den ejemplo con la práctica deportiva y el elogio de las virtudes de nuestro entorno. Ojalá la atención sanitaria en nuestra comunidad estuviera tan en forma como su presidente. Su vuelta al Palacio de San Telmo desde lo más alto de Sierra Nevada culmina con un descenso un poco más incómodo: las encuestas del 'CIS andaluz' vaticinan una pequeña bajada del PP, pero le siguen dando la victoria, con la salvedad de tener que encontrar un improbable acuerdo con el PSOE o con la ultraderecha, siendo más viable lo segundo, para desgracia de un presidente del PP moderado que, si tuviera consejeros de Vox, se vería forzado a aprobar leyes en las que no cree. Metros más abajo se encuentra Ciudadanos, a los que se les ve con prismáticos, casi descartados como compañeros de viaje, y la izquierda yace en su refugio, calentando motores o retratada por la paella de partidos que la representan y que hará que sus votantes necesiten para votar un croquis y hasta los dos bastones de senderismo, por lo del movimiento de caderas.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión