Andalucía y las listas de espera

1.- En España, el número de pacientes que esperaban una cita a 31 de diciembre de 2021 era de 706.740, y un año después, 793.521, un incremento de 87.000 pacientes, una subida superior al 10%. La demora media se ha reducido levemente en el ultimo año, pasando de 123 días en 2021 a 122 en 2022.

2.- En Andalucía, la situación es más preocupante por el incremento del número de pacientes y por la subida de la demora media. En 2021, 122.900 andaluces estaban inscritos en lista de espera quirúrgica incrementándose a 171.935, en 2022. Es decir, 49.000 más, un incremento superior al 40%. También en demora media se ha producido un incremento considerable, circunstancia que no ha pasado en la media del resto de España. En nuestra Comunidad hemos pasado de 128 días en 2021 a 134 en 2022.

Comparando la situación nacional con la andaluza podemos concluir que el incremento en la lista de espera quirúrgica ha sido proporcionalmente muy superior al del resto del país, que el tiempo que debe esperar de un andaluz para operarse son 12 días más que la media española y que sólo Andalucía concentra más de la mitad del incremento de pacientes en las lista de espera de toda España en 2022 (49.000 de los 87.000 totales). Son datos muy llamativos y preocupantes para Andalucía.

En relación a las listas de espera en consultas externas (consulta con el médico) debemos conocer lo siguiente:

1. En España, a 31 de diciembre 2021, alrededor de 2.790.000 personas esperaban para ser atendidos en consultas externas. En 2022 esta cifra se elevaba a 3.120.000 personas, 330.000 más en sólo un año (subida mayor del 10%). El tiempo de espera también se ha incrementado para ser atendido en consultas, pasando de 89 a 95 días en ambos períodos.

2.- En Andalucía, la situación es similar al resto del país. Hemos pasado de 873.000 personas esperando una consulta en 2021 a 881.000 en 2022, 8.000 más en un año. El tiempo de espera también se ha incrementado, de 105 días a 123.

Es llamativo que casi el 30% de todos los pacientes que esperan una consulta en el país se encuentran en Andalucía y que en 2022 un andaluz esperó 28 días más para ser visto por un médico en consulta que en el resto de España (123 días de espera en nuestra Comunidad frente a los 95 de media nacional).

En Andalucía resultan sorprendentes estos malos indicadores a pesar del contexto expansivo de los últimos años en presupuestos, conciertos sanitarios y número de profesionales. Concretamente, la partida presupuestaria destinada al SAS se incrementó en mas de 700 millones en 2022 (pasando de 11.629 millones en 2021 a 12.350 el siguiente año). Los profesionales sanitarios se han incrementado en los últimos años (según datos del Gobierno andaluz) en más de 30. 000 y las derivaciones de pacientes a clínicas privadas concertadas han alcanzado cifras récord.

En estas circunstancias, ¿cómo es posible que, lejos de disminuir, las listas de espera en Andalucía hayan crecido más que la media nacional?. ¿Cómo es posible que el incremento presupuestario y de profesionales en Andalucía no haya reducido las demoras para operarse y acceder a consulta médica? ¿Cómo es posible que Andalucía tenga más pacientes esperando una consulta médica y con mucha más demora, que Madrid y Cataluña pese a una población conjunta de ambas comunidades muy superior?. Difícil de entender y aún más difícil de explicar.

Los ciudadanos no son ajenos a esta realidad y una encuesta reciente reflejaba que el 74% de la población cree que la sanidad ha empeorado y aceptaría pagar mas impuestos para mejorarla. Estaremos de acuerdo que el Sistema Nacional de Salud está infrafinanciado y precisa, como mínimo, un incremento de 1-1,5% del PIB nacional (en torno a 10.000-10.500 millones) para responder a esta necesidad.

En salud, las políticas deben orientarse firme y decididamente a incrementar la provisión pública de los servicios sanitarios. Queda demostrado que una mayor apuesta por los conciertos con clínicas privadas no es la solución, sino todo lo contrario. Desgraciadamente, en la situación actual, muchos pacientes admiten su resignación a ser intervenidos en clínicas concertadas cuando les ofrecen esta opción desde la Administración. Saben que la posibilidad de intervenirse donde realmente quieren, en un hospital público, conlleva en muchos casos mayor tiempo de espera

Es urgente y prioritario frenar y revertir esta situación, destinando todo el presupuesto disponible al sistema público, reduciendo el espacio de los conciertos privados y minimizando la transferencia de dinero a clínicas privadas. Ya hemos constatado en Andalucía, con los datos disponibles de 2022, el fracaso y deterioro de las listas de espera quirúrgica cuando se apuesta por resolverlas a través de conciertos, con la excusa de su mayor eficiencia y menor coste. Un planteamiento equivocado que condiciona una política errática, alejada de la realidad y orientada en el sentido opuesto al que necesitamos.

La mejor estrategia, siempre en coordinación con los responsables de cada centro y sus profesionales, debería consistir en incrementar y optimizar al máximo la actividad quirúrgica y de consultas externas en los hospitales públicos, con planes asistenciales correctamente dimensionados y orientados a reducir la lista de espera de cada centro. Sólo así podremos disminuir las demoras actuales y resolver con mayor rapidez los problemas de salud de los ciudadanos.