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Dos alcaldes

Es el tiempo de las ciudades andaluzas como potentes elementos de vertebración de toda la autonomía

LUIS MERINO

Jueves, 21 de junio 2018, 00:43

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Francisco de la Torre y Juan Espada, alcaldes de Málaga y Sevilla, han marcado un camino innovador en las relaciones entre las dos ciudades y ambas provincias. He aquí algunas de sus manifestaciones:

 «Somos más fuertes y llegaremos más lejos. Debemos ir juntos» (F. de la Torre). «Solos no lo vamos a conseguir, debemos crear un proyecto común entre Sevilla y Málaga para desarrollar un escenario de oportunidades diferentes y mucho más potentes» (J. Espada). «Lo natural es que grandes ciudades como Málaga y Sevilla vayan convergiendo y confluyendo» (F. de la Torre). «Propongo una alianza para ser más competitivos y atraer inversiones» (J. Espada).

Y así, proponiendo alianzas, buscando proyectos convergentes, estrategias institucionales compartidas para no competir sino para ser más competitivos, han discurridos dos magníficas jornadas celebradas en Sevilla y Málaga, organizadas por ambas Cámaras de Comercio y por la Unión Cívica del Sur de España (Civisur). Allí, en Sevilla, en el Club Antares. Aquí, en Málaga, en el magnífico Museo del Automóvil, patrocinada por Unicaja Banco.

Como se ha dicho en estas dos jornadas, en las que los alcaldes fueron los únicos protagonistas, aunque aderezadas ambas intervenciones con coloquios en los que participaron lo mejor del mundo profesional, empresarial, político y universitario de ambas capitales, las metas marcadas son muy ambiciosas. Se ha señalado que, con este proyecto común podemos y debemos ser capaces de competir con Madrid y Barcelona a la hora de atraer inversiones, creando un territorio innovador y proactivo. Se ha mencionado al ejemplo holandés de Amsterdam y Rotterdam, como referencia de unión de fuerzas, inteligencias y capacidades para poder acceder a grandes proyectos.

La sociedad civil, en este caso representada por Civisur, con sus esfuerzos tendentes a la intercomunicación, la puesta en común de proyectos, la creación de una estrategia común de desarrollo metropolitano, el apoyo a nuevas interconexiones y, sobre todo, la constante creación de grupos de ciudadanos que piensan en común, comparten ilusiones y aportan ideas, ve que lo anterior no era una quimera, sino que empieza a convertirse en realidad, esta vez de la mano de dos magníficos alcaldes.

Alfonso Berridi

Es el tiempo de las ciudades andaluzas, como potentes elementos de vertebración de toda la autonomía. Esta red de ciudades tiene que ser la urdimbre sobre la que tejer este proceso de colaboración y cooperación libre, proceso en el que Málaga y Sevilla, Sevilla y Málaga, están llamadas, conjuntamente, a ejercer el liderazgo. Por sus poblaciones, por la calidad y diversidad de sus sistemas productivos, por su realidad investigadora y universitaria, por la evidente atracción que tienen para los de fuera. Por representar más del 43 % del PIB andaluz. Por ser las capitales política y económica de Andalucía.

 Para dar respuesta a todo lo anterior, Civisur, constituida por miembros de la sociedad civil de Málaga y Sevilla, trabaja para crear conciencia de la necesidad del mutuo conocimiento, coordinar ideas de ambas ciudades, proponer proyectos concretos y desarrollar, al servicio de la comunidad un programa de encuentros, publicaciones y propuestas que ayuden a hacer realidad el proceso de cooperación entre Málaga y Sevilla, articulando el territorio entre ambas provincias, potenciando sus capacidades y haciendo posible que tal conurbación sea líder en el desarrollo de Andalucía.

 Como toda propuesta innovadora, la de los alcaldes ha de recorrer un largo y complicado camino. Camino que comenzó hace dos años creando una vía de colaboración en materia de turismo y nuevas tecnologías, con lo cual se rompía una historia de agravios, recelos mutuos y desconocimiento. Hoy, se inicia una nueva etapa, en la cual creemos que debe de valorarse todo lo bueno y todo lo malo que se hizo en la anterior. Pero ahora toca volar más alto.

 Resulta evidente que en el mundo actual, globalizado e intercomunicado, el localismo tiene un corto y pobre camino que recorrer. Por supuesto que debemos poner constantemente en valor todo aquello que nos distingue, ahonda en nuestros valores y nos hace más fuerte como comunidad. Pero ello no puede ser incompatible, sino al revés potenciador, de saber escoger todo aquello que nos complemente y nos potencie.

 Europa pide y busca grandes inversores para grandes proyectos. Y estos necesitan grandes territorios donde desarrollarse, donde encontrar estabilidad, seguridad jurídica e indicadores atractivos para la inversión. Nuestras dos ciudades, nuestras dos provincias, haciendo una oferta común puede estar en la lucha internacional que actualmente se mantiene por atraer a esas inversiones, generadoras de inteligencia y empleo. Para ello es necesario que podamos crear una estrategia común, convirtiéndonos en un territorio innovador y proactivo.

 Como dicen los alcaldes, creemos e impulsemos las ecociudades y las smartcities. Ahondemos en el nuevo concepto de la economía circular. Desarrollemos una estrategia de promoción internacional, sin competir entre nosotros. Ya tenemos capacidades para ello. Una red de interconexiones por ferrocarril, aeropuertos, puertos y autovías, mejorables pero ya dispuestas para el gran reto. Tenemos grandes empresas andaluzas dispuestas para esta nueva aventura. Y, sobre todo, tenemos un capital humano imaginativo, con capacidad de innovación, con ansias de trabajar y mejorar nuestra tierra.

 Civisur seguirá trabajando para que, en esta nueva etapa que ahora se abre de la mano de nuestros dos alcaldes, podamos ver hecha realidad aquellas ideas e ilusiones con las que nacimos y por las que seguiremos luchando.

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