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Albert 'Black' Rivera

El sitio de mi recreo ·

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Sábado, 25 de noviembre 2017, 09:52

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España es un viernes par y negro. Un descuento prometido, una iluminación por estrenar, un país de mercaderes que caben en una bolsa. Noviembre desapareció de nuestros calendarios el día en el que al viernes se le llamó 'friday' y a su hondura se la describió como 'black'. Sus días escribían en antaño sonetos a las postrimerías, y volaban con los versos de San Juan de la Cruz: «La noche sosegada, en par de los levantes del aurora, la música callada, la soledad sonora, la cena que recrea y enamora». Nos duele España.

En la semana en la que se enterró discretamente al fiscal José Manuel Mazas, que sin duda será recordado como uno de los nuestros, la política ha pretendido nuevamente empequeñecernos. Tres focos han liderado la actualidad política en nuestro país. Por un lado, el debate sobre el adoctrinamiento escolar, por otro el cupo vasco y finalmente las futuras alianzas poselectorales en Cataluña. En todos esos frentes, Albert Rivera ha crecido como líder. El martes fue calificado como gorrino por intentar defender que los sucesivos gobiernos de España habían omitido su obligación de defender a la educación frente a los nacionalismos. Ellos han tenido siempre presente como uno de sus objetivos el de convertir la educación en un lugar para trabajar por la destrucción y la liquidación de España, como hemos podido comprobar a lo largo de estos años.

Pasaron sólo dos días, y el líder de Ciudadanos se atrevió a cuestionar la situación de privilegio de los ciudadanos vascos con respecto al resto de españoles, con su conocido cupo vasco. Fue tachado de hipócrita, cínico, manipulador y fariseo por el resto de grupos parlamentarios. Era muy llamativo ver que para el PNV no hay ambiente para aprobar los Presupuestos Generales del Estado pero sí para dar vía libre para la aprobación de su 'cuponazo'.

Por último, tanto PP como PSOE no quieren a Arrimadas como nueva presidenta de la Generalidad catalana y no lo disimulan. Pobre Albiol, obligado a servir de escudero a Iceta, al que no le duele el desprecio de tiros y troyanos con tal de soñar con el poder. Qué dirá de las calabazas del PSOE a Ciudadanos el ínclito Juan Marín, que en Andalucía cede lo que en Cataluña no le es dado. Definitivamente Albert 'Black' Rivera ha conectado con la España que no quiere ser moneda de cambio de la política, y con versos sanjuanistas puede gritar sin miedo: «No quieras despreciarme, que si color moreno en mí hallaste, ya bien puedes mirarme».

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