No es Borgen, olvídenlo
De momento la volatilidad de las encuestas ya se ha trasladado a la investidura: ¡hagan apuestas!
Teodoro León Gross
Miércoles, 23 de diciembre 2015, 13:02
Hay algo que delata la falta de cultura multipartidista en España: la teleserie danesa 'Borgen' se ha convertido en el Manual de Instrucciones más citado ... estos días. Claro que, de un tiempo a esta parte, las series sirven de vademecum recurrente para todo, incluso en política. Desde 'Juego de Tronos', que Pablemos regaló al Rey, a 'House of Cards'. Y en definitiva la trama de 'Borgen', más allá de sus microdramas shakespeareanos, parte de unas elecciones sin mayoría para los grandes partidos (liberales y laboristas) que se desatasca cuando el segundo da la presidencia al pequeño grupo centrista de los Moderados con otras minorías. De aplicar el recetario borgeniano, aquí Rivera debería acabar siendo el presidente de un Gobierno pactado por PP y PSOE con C's. Eso no va a ocurrir porque Ciudadanos, en las próximas elecciones, se convertiría en el partido estrella. Un pacto PP-PSOE-C's pasaría por buscar una figura de consenso.
Lo de España de momento pinta más a italianización que a dinamarquización, aunque a los candidatos les inspire el modelo nórdico -es el país que marca el mínimo mundial de corrupción y el máximo de 'felicidad'- en su retórica parda. Italia ha llegado incluso al pentapartito y a cabriolas como el 'compromesso storico' de los comunistas con la democracia cristiana y los socialdemócratas. Pero un escenario a la italiana, como dice Felipe, es peligroso sin políticos italianos para manejarlo. De momento la volatilidad de las encuestas ya se ha trasladado a la investidura -¡hagan apuestas!- y se especula con toda clase de fórmulas, incluso la Operación Menina, para descabalgar a Rajoy por Soraya, y hasta un Pacto de las Damas entre ésta y Susana. Olvídense de 'Borgen'; si acaso sigan la lógica de Frank Underwood en 'House of Cards': «El poder se parece mucho a la inmobiliaria; todo es ubicación, ubicación, ubicación». Es decir, tu valor depende de estar en el lugar adecuado. El centro ha tenido pocos votos pero es el eje clave. Eso sí, Ciudadanos no olvidará el desastre del Partido Liberal-Demócrata británico en 2010 con Cameron. Y el PSOE tampoco olvidará que sus votantes han rechazado en los sondeos sobre todo un pacto con el PP; de una 'grossen koalition' no saldrían bendecidos como Schröder sino aplastados por Podemos. Y en el PP saben que Rajoy, muy desdeñoso con la izquierda, capaz de decir "no vuelva usted por aquí" a Snchz en el Congreso, no es el hombre para pilotar esto. Para todos será duro, pero tras diecinueve meses en campaña desde las europeas, bajo la presión reaccionaria del independentismo, hay que desatascar esto. Como sostiene Michael Ignatieff en 'Fuego y ceniza', «la política real no es una ciencia, sino más bien el intento incesante de unos individuos avispados por adaptarse a los acontecimientos que la Fortuna va situando en su camino».
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