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EL MIRADOR

¡España, no nos dejes!

Aunque traten de 'blanquear la corrupción' cambiando de siglas, la memoria del pujolismo les perseguirá

Teodoro León Gross

Miércoles, 25 de noviembre 2015, 11:41

En su última homilía a los catalanicenses, Artur Mas ha acusado a España de tratar de «barrer» a Cataluña, movidos por «la voluntad de acabar ... con lo que ésta significa». Se ve que no sale del imaginario de 1713, con los cañones de Felipe V sitiando Barcelona. Claro que el victimismo es la clave de bóveda del nacionalismo. No basta con los pilares de la exaltación delirante de unas señas de identidad convertidas en hecho diferencial superior y además excluyente. Como escribe Tzvetan Todorov, el éxito de la lógica nacionalista pasa por el agravio. Todo el discurso se justifica en el 'otro' culpable. De ahí la queja permanente para avivar el sentimiento de acoso. Ayer Mas se rasgaba las vestiduras por el control del Gobierno sobre los fondos del FLA. Solo en el guión de una comedia tipo 'Sopa de ganso', unos líderes independentistas, tras proclamar su República, serían capaces de quejarse de la metrópoli: ¡Malditos colonialistas, no nos financian la independencia!

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