Susana ens roba
Margarita del Cid parece no ver que su argumento la convierte en la Pilar Rahola de Torremolinos
Teodoro León Gross
Martes, 20 de octubre 2015, 08:25
Hay que justificar piadosamente algunos excesos de las campañas electorales. Un viejo político socialista me dijo una vez, en el off the record de una ... barra tras un mitin: «No es fácil conservar la dignidad cuando vas diciendo las gilipolleces que decimos». Tal vez ahogar el malestar en ron dominicano no fuese una gran solución, pero al menos conservaba los escrúpulos. Algo es algo. Margarita del Cid, a tiro del 20D, acaba de argumentar esto: «Por cada euro que aportamos los malagueños vía impuestos, la Junta nos devuelve en inversiones menos de 30 céntimos». Claro que, en su caso, ella no parece llevar mal la 'gilipollez': ya es argumentario oficial.
La situación resulta embarazosa. Como cuando ves a una mujer a la que se le ha roto la cremallera del vestido y lo lleva abierto por detrás enseñando el culo. Preferirías mirar para otro lado por no decirle que está con el culo al aire, porque es incómodo. Eso sucede con lo de Margarita del Cid. Preferirías mirar para otro lado por no decirle que tiene el culo al aire con ese argumento del 70% perdido por Málaga en manos de la Junta.
A ver. Ante esa deliciosa pirueta dialéctica de 'La Junta ens roba' o 'Susana ens roba', la primera reacción lógica es: ¿entonces con el Gobierno Rajoy es mucho mejor? El año pasado, el Gobierno recaudó 2.127,9 millones en Málaga, y para 2015 su inversión era 272,5. O sea, un retorno del 12,8%. Y el año próximo, si se cumple la previsión de Montoro, bajaría aún al 10,8%. Qué cosas. No parece muy brillante montar una campaña para rajar del 30% de retorno inversor de la Junta, con el listón del Gobierno Rajoy tres veces por debajo. Es de traca, salvo que la secretaria general del PP vaya a proclamar: 'Susana nos roba. y Rajoy más'.
No, claro que no.
Entretanto, alguien podría explicarle a la Sra. Del Cid que además de inversión, debería computar también el gasto. Los colegios, juzgados, hospitales, carreteras, museos o planes de incendios, todo eso y mucho más también hay que pagarlo. ¿O qué idea del Estado tiene la secretaria general del PP de Málaga?
Y la clave de la campaña no es la brillante idea de usar un argumento que, fácilmente, se vuelve contra tu partido. La clave es la sinrazón de la campaña por sí misma. Margarita del Cid parece no ver que su argumento la convierte en la Pilar Rahola de Torremolinos. Utilizar la redistribución fiscal para hacer política de cabreo fácil es la peor cara del nacionalismo. Si Málaga, como Cataluña, aporta más de lo que recibe es por ser más próspera. No se puede presumir por la mañana de ser capital económica y por la tarde gimotear diciendo «Somos la teta que alimenta Andalucía» parafraseando a las raholas.
En fin, quizá a Margarita del Cid, con todo lo que ha aprendido de la escuela nacionalista catalana, ya sólo le falta decir aquello de Oriol Junqueras: «Cuando deje la política, volveré a trabajar».
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