Borrar
EL MIRADOR

El cafelito del loro

Ayer ya circulaba en el pack del cabreo colectivo con el Caso López Nieto o la bronca del Museo Taurino

Teodoro León Gross

Jueves, 17 de septiembre 2015, 11:37

Cuesta creer que Bendodo, que ya no es el bisoño Bendodotis sino un depredador político con los colmillos astillados, no viera venir el 'escándalo' de ... los cafelitos de gañote en la Dipu. Aunque se trate de un asunto sin sustancia, como tantos falsos escándalos, esa clase de embrollos también erosionan la credibilidad. Y la rectificación de ayer sólo viene a confirmar que algo estaba mal. Sí, es el 'chocolate del loro', como dicen recurriendo a esa vieja expresión del siglo XVIII, a menudo esgrimida como coartada de la venalidad, que según Néstor Luján se debe a la viuda de un rico indiano que se vio forzada a reducir gastos y sólo se le ocurrió privar de la taza diaria de cacao a su guacamayo de ultramar. Pero si así sugieren que los cafelitos son una nadería, se equivocan; esto no va de dinero. La polémica nunca ha obedecido al eurillo del café gratis, procedente de los tiempos de Pendón, creador de esa barra libre para diputados y personal político tal vez para amortiguar la mala conciencia de su servicio de camareras privadas en el despacho; sino a disfrutar de un privilegio, ridículo pero privilegio. ¿Por qué deberían tener un servicio de desayuno gratis a cargo del contribuyente? Y es cierto que Bendodo, a falta de ordenanza fiscal, al menos impuso una hucha donde la mayoría depositaba el euro del café o el pitufo con destino a Cáritas, pero en definitiva se desentendió de aquello a gusto del consumidor entre la beneficencia o la exitosa doctrina de 'la caridad bien entendida empieza por uno mismo'.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur El cafelito del loro