Verano
Isabel Naranjo
Miércoles, 8 de julio 2015, 12:48
Es una de las estaciones del año más atractiva del año para muchos. Entre otras cosas porque suele ser sinónimo de vacaciones, de descanso, de ... parón, para la mayoría de los mortales. Trabajadores, estudiantes, y todo aquel que en definitiva hace en el período estival un punto de inflexión en su quehacer y rutina diarios.
Es momento para sucumbir a cualquier capricho y, por qué no, a excesos en otra época del año implanteables o simplemente no permitidos, sin dejar no obstante de cuidarnos, cultivarnos interiormente, y por qué no, mostrar nuestra mejor cara y fachada al exterior, esa semblanza y fisionomía que tan duramente se ha trabajado durante las tres estaciones restantes.
Es un período en el que se hace más que nunca necesario disfrutar de las bondades de una provincia perfectamente cohesionada y con una oferta en la que caben todo tipo de posibilidades, sin necesidad de envidiar a ningún otro destino de nivel. Porque aquí se puede hacer de todo, desde las opciones más peregrinas como pueda ser tomar el sol o dar un paseo por cualquiera de las playas que pueblan el litoral malagueño, a disfrutar de un Fórmula 1 en el exclusivo circuito de Ascari en Ronda o atravesar ríos y cuevas de enorme atractivo y posibilidades.
Es un lapso en el que se antoja inprescindible hacer borrón y cuenta nueva, para apartar lo tóxico y lo ingrato que hayamos encontrado en el camino, y para dar la bienvenida a todo aquello que nos resulte saludable y placentero, que nos aporte y que contribuya a enriquecernos.
Es una etapa en la que gozamos de ese bien tan preciado y escaso que es el tiempo. Ese elemento que transcurre de manera inexorable y contra el que nos empeñamos en vano en luchar. Pero como no se le puede ganar la batalla, hemos de aprender a optimizarlo, a disfrutarlo, y a sacarle el mejor partido de los posibles. Y por qué no, hasta nos podemos permitir el lujo de perderlo, con la sensación tan placentera que a veces supone ese extremo.
Es un plazo para dar rienda suelta a la imaginación, para incubar ideas, para estudiar nuevas ideas y proyectos. Y es, en definitiva, el momento adecuado para establecer nuevos retos y objetivos vitales que nos hagan tener una meta en el horizonte, que nos motive a caminar en la mejor dirección posible. Feliz verano a todos.
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