Jaque mate

Así es el sistema electoral español y así de abierto está el escenario político que nos deja la cita en las urnas de hace ya diez días tras la que se han desplegado un sinfín de tableros de ajedrez en nuestra provincia, en los que juegan reñidas pugnas por el ayuntamiento de turno. Están siendo muy amenas, eso sí, a tenor de las ocurrencias y exigencias que plantean unos y otros, peones y figuras, que se comen unos a otros mientras que reyes y reinas, sus superiores a nivel orgánico, atisban la jugada magistral que le permita hacer el tan ansiado jaque mate que le aúpe al gobierno municipal.

Y mientras esto transcurre, nada parece moverse o avanzar a nivel regional, pese a que el Parlamento andaluz lleva en el limbo no diez, sino setenta y tres son los días transcurridos desde las elecciones autonómicas. Dos meses y medio en los que la presidenta en funciones, Susana Díaz, no parece haber tenido la habilidad para constituir el gobierno estable que motivó según la versión oficial la convocatoria de comicios.

Empieza a sonarle a la candidata socialista el tic tac que le advierte de que el tiempo se acaba y ha de garantizar los apoyos necesarios que propicien su investidura. Será así a la cuarta la vencida cuando pueda tomar posesión del cargo, si bien todo parece indicar que las negociaciones se han no estancado aunque sí supeditado a los pactos que requieran unos y otros en al menos las ocho capitales andaluzas.

Si no hay acuerdo antes del próximo cinco de julio, se convocarán de nuevo elecciones al Parlamento de Andalucía. Volveremos pues a abrir y sufrir un nuevo período de inactividad política e institucional, del que pocas lecturas positivas se podrán hacer.