Málaga y sus museos

Siempre fuimos crisol de culturas, de ahí nuestro carácter cosmopolita y abierto, pero la verdad es que no salgo de mi asombro. Estábamos con las ... obras de la sucursal del Pompidou en el Cubo del Puerto, cuando nos llega la sorprendente noticia de un acuerdo con el Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo para abrir una sede en la antigua Tabacalera, donde antes se anunció la instalación de un centenar de murales del artista minimalista norteamericano Sol LeWitt. Dejando a un lado el difícil encaje de propuestas tan dispares en un mismo edificio, así como las inversiones millonarias que estos equipamientos culturales suponen para las menguadas arcas municipales, la compulsiva creación de museos y centros de arte franquicia, más allá de servir de reclamo para turistas y cruceristas y de su innegable importancia para la economía local, olvida con frecuencia el valor que la cultura tiene en sí misma como factor de estímulo de la creatividad, medio de expresión artística o desarrollo de la identidad colectiva. Mientras se proyectan nuevas pinacotecas, se descuida la protección y puesta en valor del patrimonio cultural propio (Zambrano, Brenan, Rebajes, Berrocal, Pérez Estrada, la revista Litoral). Así mismo, se recortan los presupuestos para el fomento de la creación y la expresión cultural más actual (sin duda, la Tabacalera hubiera sido un buen sitio). Esta falta de infraestructuras para el arte del presente ha llevado al surgimiento de numerosos espacios autogestionados por artistas y colectivos que muestran la existencia de un movimiento de la sociedad civil y de los creadores situado al margen de la cultura administrada y profesionalizada que caracterizó la época anterior. Volviendo a los museos y al objetivo de atraer al visitante extranjero, por qué no contarle al forastero que muchos de sus compatriotas más ilustres ya estuvieron en Málaga y su provincia. La lista de personajes y lugares es interminable: Hans Christian Andersen (Málaga), Lord Byron (Carratraca), Rainer Mª Rilke y Orson Welles (Ronda), Gala y Salvador Dalí (Torremolinos), Jean Cocteau (Marbella), Ernest Hemingway, Gerald Brenan, Gamel Woolsey, el grupo de Bloomsbury (Churriana)