Batalla campal en Alhaurín el Grande por el enfrentamiento entre dos familias
Dos reyertas consecutivas dejan un vecino herido, una agente con cortes en los brazos, varios identificados y un dispositivo de seguridad de la Guardia Civil desplegado en la zona
Comenzó como una discusión entre dos grupos que estaban tomando algo en Camino de Málaga, la zona de marcha de Alhaurín el Grande. El ... primer encontronazo fue creciendo y aumentando en intensidad hasta que se tornó en una «batalla campal» entre dos familias, según indican a SUR varios testigos. Sucedió este sábado, a las 21.00 horas de la primera noche sin toque de queda, y fue la antesala de una segunda reyerta que se originó, según las fuentes consultadas, a modo de vendetta por el primer enfrentamiento.
El resultado de las peleas fue de al menos un herido trasladado al centro de salud de la localidad y una policía municipal con cortes en los brazos. Es el balance oficial, porque según los testigos hubo más lesionados que abandonaron el lugar sin pedir ayuda por su presunta implicación en los enfrentamientos.
Al parecer, en el primer choque se emplearon piedras, botellas, ceniceros y otros objetos como arma arrojadiza. Una dotación de la Policía Local de Alhaurín el Grande intervino de inmediato y tuvo que emplearse a fondo para separar a los dos grupos, que iban creciendo en número según pasaban los minutos. La Guardia Civil llegó al poco y entre todos los funcionarios consiguieron apaciguar los ánimos. Se identificó a varias personas pero la propia naturaleza del conflicto impidió que se practicasen detenciones. Únicamente un herido precisó atención médica tras la primera reyerta.
Aproximadamente una hora y media después, según las llamadas que llegaron al 112, se produjo el siguiente conato. Esta vez los testigos hablaban de un numeroso grupo de personas caminando en dirección a la zona de El Bajondillo (donde presumiblemente residen algunos de los implicados en la primera pelea), empuñando armas blancas y palos. Las llamadas a emergencias, tal y como ha podido saber SUR, eran contradictorias en cuanto al número de participantes y hablaban de tres, cinco, diez y veinte personas, según el alertante, corriendo por la barriada, tratando de golpearse e incluso apuñalarse.
Sin embargo, esta segunda incidencia se resolvió de nuevo sin detenidos y siquiera sin ningún herido identificado (tampoco se intervinieron armas blancas). Pese a ello, la Guardia Civil se desplegó en la zona para calmar los ánimos y evitar que se produjesen nuevos enfrentamiento. Según las fuentes consultadas, el operativo especial (conformado con refuerzos que llegaron de otros municipios) permaneció operativo hasta el domingo por la tarde, casi 24 horas después de la primera reyerta.
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