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ERC volverá a tener la llave y ya anuncia que apretará al Gobierno hasta el final

Con Ciudadanos descartado de la negociación, el voto de los republicanos se encarece

M. E. ALONSO

Domingo, 8 de agosto 2021, 00:01

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MADRID. Será a la vuelta del verano cuando el Gobierno se siente a negociar con los partidos que formaron el bloque de investidura para sumar los apoyos necesarios a los Presupuestos del próximo año. Aunque se quiere mantener la mano tendida a todos los grupos, lo cierto es que el Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero iniciará una primera ronda de contactos con los representantes en el Congreso de PNV y Esquerra Republicana de Catalunya. Tras ellos será el turno del resto de formaciones que ya votaron a favor de las Cuentas vigentes de este 2021: EH Bildu, PDeCAT, Más País-Compromís, el Partido Regionalista de Cantabria, Teruel Existe y Nueva Canarias.

Al contrario que el año pasado, está descartado un posible apoyo de Ciudadanos. «Pedro Sánchez ya sabe con quién quiere esos Presupuestos y con quién quiere gobernar hasta el final de la legislatura», avisó este miércoles el portavoz nacional de los liberales, Edmundo Bal. Algo que sin duda encarecerá el precio de cada voto recabado, dado que no hay mayoría alternativa posible a la del bloque de investidura. Y los independentistas de Esquerra, cuyo voto a favor es imprescindible para que las cuentas salgan adelante, apretarán al Gobierno hasta el final.

Sabedores de que tienen de nuevo la llave, los republicanos ya han lanzado un primer aviso a Sánchez advirtiendo de que solo iniciarán una negociación si la Moncloa cumple con los compromisos pactados en los Presupuestos actuales respecto a Cataluña y siempre que se mantenga abierta la mesa de negociación. «Aspiro a revalidar esa alianza», reconoció Montero la semana pasada respecto a ERC.

El interés por mantener viva una hoja de ruta de negociación que deje atrás los años duros del 'procés' es recíproco. Por muy alejadas que estén las posiciones a priori, PSOE y Unidas Podemos quieren que la mesa de diálogo siga en pie y con las cuatro patas en su sitio. Por un lado, para tener posibilidades ciertas de consolidar la alianza de legislatura y gobernar hasta 2023, pero también para dotar de credibilidad a su oferta de encontrar una solución política para Cataluña.

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