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Villarejo alienta teorías conspirativas del 11-M en la Audiencia Nacional

El excomisario asegura a través de su abogado que la causa de los atentados se cerró «en falso» y que el BBVA fue un «actor ocasional»

MATEO BALÍN

MADRID.

Martes, 22 de enero 2019, 00:07

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La segunda comparecencia de José Manuel Villarejo en la Audiencia Nacional por la llamada 'operación Kitchen' volvió a estar envuelta en teorías conspirativas sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. El comisario jubilado, en prisión preventiva desde noviembre de 2017 acusado de formar parte de una organización criminal, declaró de nuevo ante el juez Manuel García Castellón por su papel en el plan secreto del Ministerio del Interior para recuperar en 2013 documentos sensibles de Luis Bárcenas sobre la 'caja B' del PP.

Como ya ocurriera el pasado viernes tras su primer interrogatorio, el abogado de Villarejo quiso llevar la batuta informativa y compareció ante los medios tras la declaración de su cliente. Si hace tres días dejó entrever que lo importante no era la 'operación Kitchen' sino la pieza que investiga sus servicios privados al BBVA, ayer volvió a incidir en este asunto y su presunta vinculación con los atentados del 11-M. Antonio José García Cabrera adelantó que solicitará al Consejo de Ministros la desclasificación de la información relativa a un «hecho luctuoso» que definió como «acto terrorista» y dejó entrever que se trataba del 11-M. Lo hizo para que su patrocinado pueda contar al juez «todo lo que sabe» sobre un caso que, a su juicio, «se cerró en falso» y del que se derivaron intereses económicos ocultos.

García Cabrera hizo estas declaraciones al salir de la Audiencia Nacional, donde Villarejo prestó declaración durante cerca de tres horas en relación a la citada 'operación Kitchen' y la llamada 'operación Trampa', un supuesto encargo del BBVA por el que espió presuntamente a altos cargos del Gobierno de Rodríguez Zapatero, de la CNMV o de la constructora Sacyr en 2004.

El abogado, como ya hiciera la semana pasada al término de la primera declaración de Villarejo, vinculó los trabajos de la empresa Cenyt al BBVA con «luctuosos» sucesos para España. «No puedo ser más preciso», reiteró ante la insistencia sobre si esto tiene que ver con el 11-M, que ocurrió ese mismo año. «Es fácil de deducir por ustedes mismos. Pero queda mucha información que, según ha manifestado Villarejo, debe desclasificarse sobre el origen y los intereses nacionales, internacionales y económicos que se derivaron de ese acto terrorista», especificó.

Asimismo, reiteró que la 'operación Trampa' «no es simplemente un encargo profesional privado, ya que detrás del mismo hay intereses estratégicos del Estado». «Se aprovecha una coyuntura donde el BBVA necesita una información, nada más que esto, de carácter defensivo para una operación de Estado», apuntó.

«No pinchó ningún teléfono»

El abogado detalló que la entidad fue «un actor ocasional que nada tiene que ver y que incluso es muy posible que desconociera la trascendencia económica, internacional, política de esa operación inicial».

Respecto al tráfico de llamadas en los servicios de seguridad encargado a Villarejo por el BBVA -se pudieron monitorizar 4.000 números-, García Cabrera sostuvo que le fue suministrado, por lo que su cliente «no pinchó ningún teléfono, ni intervino ninguna conversación: todo eso le fue suministrado para la emisión de determinados informes necesarios para aclarar el peligro para el interés general».

En línea con el argumentario de Villarejo, el abogado recordó que su cliente «es un servidor público» y actuaba como «agente encubierto» e insistió que este tipo de trabajos «se hicieron en el interés colectivo de la seguridad nacional».

Del mismo modo, se lamentó de que teniendo en cuenta la reserva en que se hicieron «nunca tendrían que haber trascendido esos hechos». «No se puede hacer una investigación solo contra el señor Villarejo, porque, si forma parte de la seguridad nacional, todo lo que haya debe ser conocido, no solo lo que perjudica a mi cliente», advirtió el letrado, que lamentó que «se le criminalice» como si hubiera actuado de forma autónoma. Los trabajos de Villarejo al BBVA se investigan dentro de la pieza nueve de la 'operación Tándem'.

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