Borrar

Torra tiende la mano a Sánchez pero le amenaza con la vía unilateral eslovena

El president apenas da margen para la distensión y acusa al líder socialista de crear un falso relato de violencia en Cataluña para aplicar el 155

CRISTIAN REINO

BARCELONA.

Jueves, 13 de diciembre 2018, 00:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A pesar de que el Gobierno central le ha reiterado por activa y por pasiva su negativa a celebrar una cumbre de Ejecutivo a Ejecutivo, Quim Torra insistió ayer a Pedro Sánchez para que aproveche su visita a Barcelona el 21 de diciembre, con motivo de la celebración del Consejo de Ministros, para organizar una reunión entre los dos gobiernos y negociar una salida a la cuestión catalana.

Torra, que cada vez está en una situación más delicada por sus continuas salidas de tono, la contestación social, y porque empieza a perder la confianza de sus socios, no cede ni un milímetro en su pulso con el resto de España. Se ha instalado en una reivindicación de máximos y de ahí no se mueve. De tal manera que, a su juicio, lo que los gobiernos central y catalán deberían negociar en la reunión que pide para el 21-D es el derecho de autodeterminación y la situación de los presos. Unas demandas que Pedro Sánchez ya ha dicho en varias ocasiones que son imposibles de asumir y que abocan al fracaso el diálogo entre las instituciones del Estado y las autonómicas catalanas. Torra, de hecho, se negó ayer a aceptar la legalidad estatutaria y la constitucional y afirmó que solo debe lealtad y fidelidad al Parlamento catalán.

Además, cuando parecía que empezaba a rectificar tras el error -así reconocido en el seno del secesionismo- de poner a Eslovenia como un ejemplo a seguir para Cataluña, el presidente de la Generalitat insistió ayer en una vía eslovena, pero sin violencia. Tras causar un gran revuelo el pasado fin de semana, este miércoles tuvo la ocasión de explicarse.

Según el dirigente nacionalista, cuando se refería al caso del país balcánico lo que estaba recordando es que su secesión consistió en unas elecciones democráticas, en un referéndum de autodeterminación que el soberanismo ganó con una mayoría abrumadora y en una declaración de independencia. Y remachó: «Ahí acaba la vía eslovena». Después se produjo la guerra de los diez días y la muerte de decenas de personas, que Torra no cree ya que formen parte del modelo esloveno que defienden. En respuesta a la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, el presidente afirmó que no es «un miembro del club de fan de la Guerra de los Balcanes», sino que lo «es de la democracia y la justicia». Después reiteró que su apuesta «es, ha sido, y será siempre cívica, pacífica y democrática». Pero dejó una aviso al presidente del Gobierno una semana antes de que viaje a Barcelona: si no negocia un referéndum la opción unilateral siempre va a estar ahí preparada.

Así, Torra apenas deja margen de negociación. En cualquier caso, emplazó al jefe del Ejecutivo central a que tenga coraje, deje de abrazar las tesis de la derecha y regrese a la senda del diálogo. «Cuando esperábamos que viniera la política a Cataluña, nos viene más policía», reprochó. «Volvamos a la política», le instó.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios