El sí a la secesión obtuvo el 90% de los votos el 1-O con un 43% de participación

El recuento final establece que se registraron un total de 2,28 millones de votos, sobre un censo de 5,31 millones de personas, lo que supone un porcentaje de participación del 43,03% (en el 9-N de 2014 fue del 37%). El sí a la independencia se impuso con 2,04 millones de votos emitidos, el 90,18% del total (10 puntos más que en 2014), que representa el 38,5% sobre el total del censo. El no a la secesión registró en cambio 177.547 votos, que representan al 7,83%. Los votos en blanco fueron 44.913, el 1,98% de los emitidos. En total, 1.083 votos menos en relación a los que se dieron el domingo de madrugada. La comarca del Priorat, en Tarragona, fue la que registró una mayor participación, superior al 85%, mientras que el Valle de Arán (Lérida), por la parte baja, no llegó al 25%. En Barcelona, la abstención fue del 62%, mientras que en ciudades del área metropolitana fue del 78% en el caso de L'Hospitalet y del 81% en Badía del Vallés.

Desde el independentismo argumentaron que donde más intervenciones policiales hubo es donde menos gente acudió a votar, pero también es cierto que en el área metropolitana es donde menos electores soberanistas hay. En algún municipio se registró un número de papeletas mayor que el de personas censadas, pero este extremo puede explicarse por el hecho de que en el último momento la Generalitat instauró la fórmula del censo universal, de tal manera que cualquiera podía votar en el colegio que quisiera. Por provincias, Gerona, con el 53% de participación, fue la más activa ante las urnas, seguida de Lérida (52%), Barcelona (41%) y Tarragona (40%)

El Gobierno catalán trasladó los resultados definitivos «del referéndum» en su calidad de «administración electoral de Cataluña», pues la Sindicatura electoral tuvo que cesar tras ser sancionada por el Constitucional. De este modo, la Generalitat entiende que «da cumplimiento al mandato del Parlamento de celebrar el referéndum de autodeterminación de Cataluña». La ley del referéndum, suspendida, establece que «el Parlamento, dentro de los dos días siguientes a la proclamación de los resultados, celebrará una sesión ordinaria para efectuar la declaración formal de independencia».