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Manuela Carmena durante su visita este lunes a Berlín. Foto: Efe / Vídeo: Ep

El pulso entre Iglesias y Carmena pone en peligro la Alcaldía de Madrid

Podemos mantiene que suspender de militancia a sus seis concejales díscolos en la capital era una obligación

Ander Azpiroz

Madrid

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Martes, 13 de noviembre 2018, 14:53

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Podemos vuelve a pegarse un tiro en el pie, y esta vez lo hace antes de unas elecciones en las que se juega retener la Alcaldía de Madrid, su joya de la corona junto a la de Barcelona. La suspensión cautelar de militancia de sus seis concejales en el Ayuntamiento de la capital pone en grave riesgo la relación de la formación morada con Manuela Carmena. Fue una decisión que se tomó a instancias del general Julio Rodríguez, secretario general de Podemos en Madrid, pero a nadie se le escapa que un agravio semejante a Carmena no se podría haber efectuado sin el beneplácito de Pablo Iglesias.

Los ediles se borraron en el último minuto del proceso de primarias de Podemos, al que debían haber concurrido en una candidatura liderada por Rodríguez y con Maestre como número dos. Lo hicieron al considerar que el general había relegado a puestos muy bajos al resto de concejales, que lo estarían aún más una vez se configure la lista unitaria con los representantes de la lista de Carmena, los de Izquierda Unida y los de Equo. «Ha habido un problema de interpretación, de enfoque, de cómo tenía que ser el nuevo proceso en una de las fuerzas políticas», señaló ayer en la cadena Ser Jorge García Castaño, concejal de Economía y uno de los represaliados. Que se colocase a García Castaño en el puesto once de la candidatura fue el principal detonante de la rebelión.

La intención de los ediles es presentarse ahora a las primarias de la lista que ultima Carmena. En el momento en que se inscriban como candidatos en la plataforma su suspensión de militancia cautelar pasaría a ser definitiva.

Podemos se ve ahora en la tesitura de cuadrar el círculo. Está dispuesto a echar del partido a sus concejales a la vez que está obligado a mantener con vida su relación con Carmena si quiere retener el control del Ayuntamiento. Fuentes del partido justificaron que no quedaba otra opción que la suspensión para evitar un efecto contagio y que otros dirigentes incumplan en el futuro el código ético interno. Ello a pesar del peligro que conlleva la sanción. La formación de Iglesias es consciente de que sin la actual alcaldesa sus posibilidades de mantener el gobierno de la capital son nulas, por eso está dispuesto a hacer concesiones siempre y cuando se les asegure una cuota de poder en el futuro consistorio. La presencia de sus ediles díscolos en puestos altos podría lastrar el peso en el futuro gobierno municipal de los favoritos de la dirección.

La principal condición de Podemos es que Rodríguez ocupe un lugar destacado. De repetir en la Alcaldía, Carmena, de 74 años, podría optar por retirarse a mitad de legislatura. Ahí es donde Iglesias ve la posibilidad de colocar al exjefe del Estado Mayor al frente de la capital. El líder de Podemos tiene plena confianza en el general, al que nombró de antemano su ministro de Defensa. Pero el militar ha fracasado en sus dos intentos de obtener un escaño en el Congreso y la actual crisis en Madrid podría causar también su caída a nivel municipal.

Dos frentes

La reacción de Carmena ha sido la de arropar a sus concejales, todos ellos de su máxima confianza y personas con las que quiere seguir contando. Especialmente su portavoz en el Ayuntamiento, Rita Maestre. Si la alcaldesa da un golpe sobre la mesa, difícilmente Iglesias podrá oponerse a sus deseos. El secretario general de Podemos debería elegir entre dos opciones: plegarse ante la regidora o echar por tierra todas sus opciones electorales en la capital.

Al margen del choque de trenes con Carmena, la crisis madrileña amenaza con abrir una nueva guerra entre familias, más aún cuando Maestre es una destacada dirigente 'errejonista'. El exsecretario político guarda silencio para no perjudicar sus opciones a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, donde mantiene una frágil alianza con el 'pablista' Ramón Espinar. Sí se posicionó su número dos. Clara Serra, también estrecha colaboradora de Maestre, advirtió de que «perder a compañeros tan valiosos sería muy mala noticia».

Los anticapitalistas son los que más claro opinaron y lo hicieron para criticar a unos y otros. La tercera corriente en importancia dentro de Podemos calificó de arbitraria la sanción a los concejales a la vez que denunció «la personalización de un proyecto colectivo y plural en la persona de Manuela Carmena».

El general Rodríguez se expresó a través Twitter: «La experiencia (que no siempre son los años) ayuda a ser comprensivo, a tratar de entender algunas conductas... pero, también, a valorar cada vez más la lealtad, la perseverancia, el camino recto y el juego limpio».

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