La OMS reconoce no saber qué está fallando para que España sea el país con mayor incidencia

En un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum, Neira analizó los posibles motivos de las malas cifras españolas, como la transmisión intrafamiliar o el comportamiento irresponsable de una parte de los jóvenes, pero nada de eso «justifica», a su entender, los datos del Ministerio de Sanidad.

«Es cierto que ha habido una relajación de los jóvenes y las fiestas, pero eso no justifica toda la situación en la que el país está actualmente, ya que en Italia los jóvenes también han hecho fiestas, en Francia o, incluso, en Suiza», insistió.

Eso sí, Neira puso el foco en las debilidades del sistema sanitario español durante la pandemia y especialmente, en la segunda ola. En la línea de los investigadores españoles que publicaron dos artículos en la revista 'The Lancet' exigiendo una investigación independiente, la alto cargo de la OMS pidió que España «revise el plan de detección, rastreo de contactos, aislamiento y cuarentena y para asegurar que hay un seguimiento».

«Y si faltan rastreadores, habrá que poner rastreadores, y si hace falta corregir algo, habrá que hacerlo», agregó, antes de reclamar un «análisis muy crítico y muy objetivo» para descubrir los errores en la atención primaria o en la detección de casos positivos.

Neira lamentó que en estos momentos, España no sea un ejemplo de buena gestión de la crisis sanitaria, sino que aparezca en los medios internacionales por el enfrentamiento entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid.

«Ayer (por el jueves) cualquier periódico internacional abría con la noticia de que en España hay estos desacuerdos y eso no es algo que uno quiere ver todos los días en los periódicos, ya que preferiría ver que España es ejemplo de gestión», señaló, y advirtió de que los conflictos entre administraciones entorpecen la transmisión a la ciudadanía en general de «unas medidas muy claras»

Desde un marco más global, la situación en España, cree Neira, representa una «alerta roja» a otros países sobre las consecuencias de la segunda ola del coronavirus. «Es un avance de lo que puede ser la situación en otros lugares en poco tiempo», aseveró.

Las causas profundas de la crisis sanitaria (la contaminación, las grandes concentraciones en las ciudades, la globalización o la facilidad para viajar en horas de una punta a otra del globo) han sido, según Neira, un «cóctel perfecto». «Les dimos las mejores condiciones posibles y no perdieron la oportunidad», dijo, en referencia a los virus.

Como responsable del área de medio ambiente en la organización internacional, Neira expuso que las grandes urbes que han sufrido la contaminación durante décadas han sido las que con más virulencia han sufrido la covid-19. «No es casualidad», indicó. Por ello, reclamó una reorganización de las ciudades para que la prioridad sean los peatones y no los coches.

Además, insistió en la necesidad de cuidar la naturaleza para evitar la propagación de virus. «Si destruimos la naturaleza, que es nuestra fuente de vida, causaremos problemas muy graves de salud pública y atentaremos contra nosotros mismos», subrayó. «Tenemos que entender que la destrucción del medio ambiente es ese consumo imparable, el tráfico y comercio de animales salvajes, las prácticas agrícolas intensivas y contaminantes, la deforestación o la contaminación de plásticos», añadió.